Cumplida una semana de la multitudinaria manifestación ganadera que llenó de tractores las calles de Oviedo, los profesionales del sector lamentan una “ausencia total de respuesta” por parte del ejecutivo asturiano. La asociación Asturias Ganadera ha mostrado su indignación tras las declaraciones del pasado miércoles del consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, en este periódico en las que aseguró haber mantenido un encuentro con el sector.

“El consejero dijo haberse reunido con el Consejo Agrario del Principado, pero es que ese órgano no es representativo del sector, pues está compuesto por organizaciones que no han sido elegidas democráticamente desde 2002, lo que aprovecha el Gobierno para tenerlas amarradas a costa de seguir subvencionando sus ineficientes estructuras”, indica Xuan Valladares, portavoz.

Los precios, los gastos, las ayudas... Son un dolor de cabeza para el sector. “Estamos con el agua hasta el cuello: los precios no paran de subir mientras que se produce por encima de lo gastado. Antes de que nos ingresen la nómina ya nos hemos quedado sin ella”, indica Laura Cayarga, propietaria de una ganadería de leche. Ella critica las “engañosas” palabras de Calvo referentes a los pagos de la PAC (Política Agraria Común), los cuales no se han cobrado todavía. “No ha dicho una verdad. Hemos recibido un 70% de la ayuda financiada por el banco, pero todavía queda el otro 30%. Estamos en diciembre y las subvenciones se solicitan en marzo. Dentro de poco querremos la de 2022 y todavía no habremos visto un duro de ese restante. ¿A qué están esperando?”, manifiesta Ángel Cuervo, marido y compañero de oficio de Cayarga.

Los agroganaderos temen al futuro “si todo sigue así”. “Con lo que nos pagan y los precios que pagamos es imposible que seamos competitivos, estamos vendiendo a pérdidas”, expresa la ganadera, quien augura el cierre de sus negocios en unos meses. “Los que nos dedicamos a esto ya tenemos suficiente con trabajar dieciséis horas al día como para ahora tener que salir a la calle a protestar, pero el otro día se pudo comprobar que no es un caso aislado, estamos todos igual; queremos vivir de lo que producimos recibiendo precios justos”, reza Cuervo.