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“Cada vez que llueve estamos atemorizados”, claman los vecinos de Arriondas

Quinzanas, en estado de alerta por la crecida del Narcea, y otras 13 zonas de Asturias, en prealerta

El río Sella, a su paso por Cangas de Onís. | María Villoria

“Cada vez que llueve, en Arriondas estamos atemorizados. Hace quince días hubo que desalojar el hospital, el colegio, la residencia de adultos... Esto es el tercer mundo, insostenible”. El chef José Antonio Campoviejo, dueño de El Corral del Indianu, con una estrella Michelin, comprobaba en la tarde de ayer, al regresar de un viaje a Oviedo, cómo el río Piloña amenazaba con desbordarse de nuevo entre Sevares y Arriondas. No ocurrió finalmente, aunque la cuenca estuvo en prealerta durante buena parte de la jornada.

Campoviejo, lo mismo que otros vecinos de Arriondas, mostró su indignación por la “dejadez de funciones absoluta” de los dirigentes políticos, que prometieron hace 11 años un proyecto para proteger la localidad de los ríos Piloña, Sella y Chicu. Ayer pedía a los mandatarios públicos “seriedad”, y se dirigía a ellos en inglés: “Help, ya que en español no lo entienden”.

El paso del Piloña por Arriondas fue uno de los trece puntos de Asturias que alcanzaron ayer el nivel de prealerta o naranja, que se establece cuando existe un riesgo meteorológico importante (fenómenos no habituales y con cierto grado de peligro para las actividades usuales). Pero la situación fue aún más grave en Quinzanas, donde la crecida del río Narcea superó por 40 centímetros el límite establecido para alcanzar el nivel de alerta o rojo, que indica que el riesgo meteorológico era extremo. El peligro de desbordamiento continuaba en Quinzanas al cierre de esta edición.

El Sella en Arriondas.

Los puntos en prealerta fueron: Requejo (río Narcea), Argame (Caudal), El Condado y Grullos (Nalón), Sobrefoz y Santillán (Ponga), Arriondas (Piloña), Pervís, Santianes de Tornín, Cangas de Onís y Arriondas (Sella), Mier (Cares) y Panes (Deva). A las ocho de la tarde la situación había mejorado en estos trece puntos, con todos los ríos registrando bajadas en sus niveles, especialmente en Arriondas, donde se había pasado una hora antes al nivel de “seguimiento”, ya sin riesgo meteorológico para la población.

El mayor peligro estaba a última hora en Frieras (Llanes). El alcalde, Enrique Riestra, decidió cortar la carretera que conduce de esa localidad a San Antolín, tanto para peatones como para vehículos, por precaución ante la “previsible crecida nocturna del río Bedón”. El PSOE llanisco, por su parte, instó al equipo de gobierno a actuar “cuanto antes” en la carretera entre Frieras y Posada, anegada por las lluvias y cerrada al tráfico. Visitaron la zona integrantes del Gobierno y el PSOE.

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