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El Gordo de 3.875 millones que caerá en Asturias el año que viene: la variante de Pajares

Adif rehace las cuentas del coste de la salida en alta velocidad a la Meseta, que supera en un 67,5% lo calculado inicialmente y que podría abrir a la circulación comercial dentro de doce meses

Obras de adecuación a la alta velocidad en la estación de Pola de Lena, ayer. | Fernando Rodríguez

El Gordo caerá en Asturias el año que viene. Será por estas fechas cuando por fin “toque” abrir al tráfico comercial la variante ferroviaria de Pajares, una de las obras más importantes de la historia en la región. Será un verdadero premio Gordo: Adif ha rehecho las cuentas del tramo que traerá la alta velocidad a Asturias y estima su coste en 3.875 millones de euros, un 67,5 por ciento más que el primer cálculo global de la obra, realizado en 2006. No es la cantidad definitiva, pues podría variar si hay alzas o bajas en el coste final de los contratos en ejecución.

Los 3.875 millones en los que ahora valora Adif el coste final de la Variante suponen 28 más que los 3.847 millones estimados hace solo dos meses. Y 30 más que la estimación realizada el 1 de enero de este año. El coste estimado de la Variante ha ido variando, casi siempre al alza, desde que se proyectó.

Antes de que comenzaran las obras (la primera piedra se colocó en febrero de 2004), el Ministerio de Fomento (ahora de Transportes) lanzó la primera estimación del coste de la obra: 1.085,5 millones de euros. Corría el año 2002. Pero esta cantidad se refería únicamente al coste de la perforación de los túneles de Pajares. Y se excluía el resto de las obras: montaje de vías, electrificación, señalización e instalaciones de seguridad y comunicaciones, etcétera.

En aquel momento las autoridades calculaban que los túneles serían perforados en cinco años y que el resto de la obra se ejecutaría solo en uno. De hecho, el Ministerio, en una nota de prensa emitida el 21 de febrero de 2003, aseguraba que la Variante comenzaría a ejecutarse en las primeras semanas de 2004 y que estaría concluida en 2010, cuando únicamente restaría ya el período de pruebas para su puesta en servicio.

Aún en 2002, Fomento elevaba el coste estimado de la perforación de los túneles de la Variante hasta los 1.410 millones, y al año siguiente, hasta los 1.887,8 millones. El último año en el que se aventuró un cálculo solo sobre el coste de la perforación de los pasos subterráneos de Pajares fue 2005 y la cifra se elevó hasta los 1.990 millones.

Ya en 2006 el Ministerio lanzó la primera estimación del coste global de la variante de Pajares: 2.312,8 millones. Una cantidad que al año siguiente se revisó a la baja y quedó en 2.286,8 millones. En 2008 y 2009 volvió a elevar el coste final estimado del AVE a Asturias, hasta 2.391,7 millones.

El Ministerio admitió por primera vez en 2010 que la Variante costaría más de 3.000 millones de euros. El cálculo se mantuvo durante dos años en 3.006 millones, y se incrementó hasta los 3.200 millones justos en 2012 y 2013. Después, el coste estimado de la Variante se disparó más de un 10 por ciento, hasta alcanzar los 3.550,4 millones de euros, una cantidad que Fomento mantuvo durante los años 2014 y 2015, y que subiría ligeramente, hasta 3.563,9 millones y 3.590,7 millones en los dos ejercicios siguientes.

Con la llegada de Pedro Sánchez al poder hubo una nueva revisión de la inversión en la Variante, situándose en 3.670,7 millones en el año 2018, lo que, como anécdota, suponía igualar el coste del acelerador de partículas de Ginebra. En 2019 se rebajó el cálculo ligeramente, hasta dejarlo en 3.666,5 millones. Y al cierre del pasado ejercicio se elevó hasta los 3.845 millones, 30 menos que ahora.

Pero el coste final de la obra está aún pendiente tanto de los contratos en ejecución como del último en ser licitado, esta misma semana. Es el denominado “Actuaciones adicionales en el ámbito de la Pantalla 1 del tramo Sotiello-Campomanes”, que salió a licitación en 17,25 millones (IVA incluido). Está ideado para acabar con el riesgo de nuevos argayos en la ladera de un monte de Campomanes junto al que avanza el trazado ferroviario y en la que se registró hace años, durante la ejecución de las obras de la Variante, un monumental deslizamiento de tierras. Este contrato, con un plazo de ejecución estimado de 12 meses, contempla entre otras actuaciones la ejecución en la ladera de Campomanes de una nueva pantalla anclada de pilotes de 1,8 metros de diámetro, el vaciado de 380.000 metros cúbicos de terreno y la reposición del gasoducto León-Oviedo. Estos trabajos no afectarán a la circulación de trenes, puesto que se ejecutarán detrás de un enorme muro de contención construido en la zona.

En lo que va de año se han adjudicado cuatro contratos de la Variante, que suman una inversión de 38 millones (IVA incluido). El último, en septiembre, fue la adecuación de accesos, evacuación e instalaciones de protección y seguridad en los túneles, que ya se ejecuta y que costará 13,6 millones (IVA incluido). Este proyecto contempla, entre otras actuaciones, la ejecución de galerías de emergencia en los túneles de Vega de Ciego y Pico de Siero y la construcción de plataformas de emergencia y accesos a las bocas de los túneles; y la ejecución de pasos biviales, que permitirán el acceso a los túneles de vehículos de emergencia y mantenimiento. El plazo de ejecución es de 14 meses, pero Adif asegura que “no compromete la puesta en servicio prevista para 2022”.

En la Variante se están ejecutando también otros contratos, como la instalación de la línea aérea de contacto (catenaria) y sistemas asociados, presupuestado en 12,8 millones y con un plazo de ejecución de 15 meses (concluirá en el verano de 2022, según Adif), o los relacionados con las instalaciones de protección, seguridad y ventilación en los túneles, que costarán 64,37 millones de euros (IVA incluido). Estas obras comenzaron el 11 de septiembre del año pasado, y puesto que el plazo de ejecución quedó establecido en un año y medio, la adjudicataria tiene hasta marzo de 2022 para entregarla. El retraso que acumula en su ejecución este contrato se debe a que no aparecía en el proyecto inicial, y tuvo que ser incorporado al cambiar hace unos años las exigencias de seguridad de la Unión Europea en materia de túneles.

Otras obras en ejecución son: la protección acústica del tramo La Robla-Pola de Lena (1,7 millones de inversión y 9 meses de plazo de ejecución); las instalaciones de telecomunicaciones fijas y sistemas de protección y seguridad del tramo bifurcación Galicia-bifurcación Pajares, y del tendido de cable de fibra óptica entre bifurcación Pajares y Pola de Lena por el túnel Oeste (4 millones y 11 meses de plazo); la adaptación al tercer carril y sistema de gestión de tráfico ERTMS nivel 2 (20,2 millones y un plazo de 15 meses); y la adecuación de accesos, evacuación e instalaciones de protección y seguridad en los túneles (13,45 millones y12 meses). También se están ejecutando trabajos para adecuar la estación de Pola del Lena a la alta velocidad: adecuación de las vías, construcción de andenes y electrificación. Estas eran ayer las únicas obras que se ejecutaban en el exterior de los túneles.

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