“¡Me ha tocado, me ha tocado! ¡Soy una de las ganadoras! Aquí tengo una foto del décimo, en el móvil”. Soraya Figueredo estaba ayer exultante. Esta segoviana forma parte de un grupo de 24 amigos y amigas de la localidad donde reside, Serranillos del Valle, en Madrid, cuyos integrantes compran cada uno un décimo para la lotería de Navidad, del pueblo o del lugar donde veranean o van de viaje. Y comparten los 24. “Yo vine a Llanes por primera vez a los 9 años, a un campamento. Y me enganché. Ahora vengo en verano y en Navidad y compro aquí el décimo. Este a lo compré en septiembre, durante las fiestas de la Guía”.
El número que eligió, el 42.833, fue uno de los cuartos premios del sorteo celebrado ayer. Junto a su marido, Juan Luis Manjabacas, la titular de la Administración de Loterías número 2 de Llanes, Paloma Ania, y los tres empleados del local, Irene Valdés, Virginia González y Joaquín González, brindaban entusiasmados. Y eso que la “triste realidad”de la ganadora es que, al tener que repartir con otras 23 personas le van a tocar poco más de 800 euros. “Una alegría, pero más hubiera sido con los 20.000, que me daba para la entrada de la casa”.
“Siento mucha emoción, alegría, felicidad... Como si me hubiese tocado a mí”. Paloma Ania estaba encantada mientras mostraba el cartel del premio. Las cifras oficiales de la Organización Nacional Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE) señalan que vendió 20 décimos del 42.833, pero ella cree que pudieron ser más, hasta 50, quizá. Y cree que buena parte del premio puede haberse quedado en Asturias, porque al menos una parte se vendió durante las fiestas de septiembre, cuando adquieren décimos muchos vecinos y gentes venidas de otras zonas de la región. Además, “todo se vendió en décimos y por ventanilla”, señala.
Ania cumplirá el próximo 8 de enero cuatro años al frente de una administración, la única de la capital llanisca, que repartió el Gordo en 2007 y 2013. Asegura que este año se ha vendido lotería “como nunca, un 70 por ciento más que el año pasado”. Ayer no paró de recibir llamadas, casi todas felicitaciones de conocidos, clientes y amigos, y también de muchos colegas loteros. “Hay buen rollo, al menos por mi parte”, destaca”. También se pasaron por la administración llanisca, incluso recién concluido el sorteo, un buen número de clientes a preguntar si ya se podían comprobar los décimos. No fue posible hasta bien entrada la tarde. Fue una jornada de continuas idas y venidas. Tanto así que el local no cerró al mediodía. Así que Paloma Ania, ya a media la tarde, tuvo que cerrar un rato la administración “para ir a comer”. Su deseo, tras el premio de ayer, es seguir “repartiendo suerte” en el sorteo del 6 de enero, para el que también ha notado un enorme incremento de las ventas. “En ese sorteo juega mucho, sobre todo, la gente mayor. Le gusta que haya tres terminaciones (en las que se gana lo jugado). Ahora a por el Niño”, concluyó la lotera llanisca, natural de Cangas de Onís.
Pero aún hubo más premios en el concejo llanisco. En la administración de lotería de Posada se vendieron según la ONLAE siete décimos de ese mismo número 42.833. No obstante, otras fuentes apuntaron que finalmente solo se vendió uno. En el local, situado en la plaza de Parres Piñera, la alegría era patente ya a media la mañana. “Creo que (los décimos) pueden haber sido vendidos a personas de la zona, pero no estoy segura”, comentó Gloria Blanco, empleada de la administración de Posada.
