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Así están pasando la Nochebuena las familias asturianas con confinados: “Serán unas fiestas distintas”

Los Fernández-Fuentes, que viven en Oviedo la segunda Navidad consecutiva con covid, no presentan sintomatología severa: “Es un alivio”

El gijonés Emilio Ribera y las langreanas Clara Vega y Covadonga Fernández

El covid, desgraciadamente, estará presente estas Navidades en muchos hogares asturianos. Familias de todo el territorio regional tienen que lidiar la cena de Nochebuena como buenamente pueden hoy, al estar contagiados uno o varios de sus miembros. ¿Cómo están afrontando la situación los afectados? En cada casa están buscando la mejor solución para que el virus, guardando todas las medidas de prevención, les estropee lo menos posible la noche más familiar del año. “Al menos estamos juntos en casa”, se consuelan algunos afectados. Otros, por el contrario, tendrán que pasar las fiestas solos.

Los Fernández-Fuentes, por segunda Navidad consecutiva, han recibido a un invitado inesperado en su casa para la cena de Nochebuena, el covid-19. Por ello, tendrán que pasar las fiestas confinados, aunque por suerte, “juntos”. “Ya nos pasó el año pasado. No nos podremos juntar con el resto de la familia, pero al menos, al estar los tres contagiados, podremos cenar juntos”, explica Covadonga Fernández, mujer de Alfredo Fuentes y madre de Clara Vega, una pedagoga que estudia un máster de Recursos Humanos en Madrid, y que nada más llegar a su casa, tuvo que encerrarse en su habitación debido a un test de antígenos positivo. Fuentes, lo mismo, aunque con una variable diferente. “Es muy raro porque Alfredo tiene la delta y yo tengo la ómicron”, indica Vega. Covadonga, la madre, libró los primeros días, pero terminó contagiándose, aunque dice que es un alivio estar pasándolo sin sintomatología severa, pero pudiendo abrazar a su hija recién llegada. “Al principio lo vivimos con mucha pena, la verdad. Yo quería darle un beso a mi hija después de varios meses y no podía. Al final terminé contagiándome yo, por muchas medidas sanitarias que he tomado. Pero mirando el lado positivo, ahora podemos vernos”, manifiesta Fernández.

El gijonés Emilio Ribera. | R. J. A.

La familia espera ahora la llegada a Oviedo de su otra hija, Marta Vega, residente en Bilbao. Ella, sin estar contagiada, tendrá que pasar las fiestas con otra parte de la familia. “A no ser que yo dé negativo, en cuyo caso me iré con ella para que no esté sola”, asegura su hermana menor.

Dos rayas bien marcadas en el test de antígenos echaron ayer por tierra los planes navideños del guitarrista gijonés Emilio Ribera. “No podré ir a la cena familiar de Nochebuena con mi familia, que ya estaba organizada”, señaló. Sus padres y su hermano tienen previsto juntarse, eso sí, previa prueba de antígenos. Para él, “serán unas fiestas distintas. Lo cierto es que se está haciendo largo”.

Ribera, que vive con su mujer y su hija, ya pasó el covid-19 hace unos meses. Pero se despertó ayer con fatiga y dolor de cabeza, así que compró un test de antígenos en la farmacia. “El resultado me pilló bastante por sorpresa y, aparte de tener unos síntomas similares a los de una gripe, me encuentro algo bajo anímicamente”. Tenía un concierto el 29 de este mes, que tendrá que anular: “Es una pena porque, tal y como está el sector… La verdad que estaba ilusionado con la próxima actuación”. Por él y su familia, espera recuperarse pronto y que todos en su entorno sigan bien. Por todos, desea que el avance del covid-19 se frene pronto y que todo vuelva a la normalidad lo antes posible.

Por la izquierda, Clara Vega y Covadonga Fernández. | R. J. A. J. A. / C. M. B. / L. M. D.

Los Fernández son langreanos, una familia que esperaba a estas fechas para juntarse de nuevo. Lo han hecho, pero solo puede ser a medias. Uno de sus miembros, Ana, residente en Madrid, llegó hace un par de días a casa, por primera vez desde el verano. Lo hizo para acabar en cuarentena en una de las habitaciones de la casa. Se hizo un test de antígenos a su llegada y dio positivo, a la espera de la más que posible confirmación de la PCR. Vacaciones de Navidad encerrada en un cuarto.

La Nochebuena y la Navidad, y también los días siguientes, los pasará sola, en cuarentena, “en consenso con la familia. No podemos arriesgarnos”, porque “hay alguna persona mayor”. Eso sí, la cercanía con su familia le sienta “bien”. Prefiere pasar por esta situación “con la ayuda de la familia, aunque sea en estas fechas, y todo sea algo extraño”, que sola en su residencia madrileña. “No es lo mismo hablar con alguien por teléfono, que tenerlos aquí al lado, para cualquier cosa”. Al menos lo están llevando con buen humor: el problema está siendo motivo de bromas entre la familia. “Más vale tomárselo así, lo que nos pasa puede que sea hasta algo habitual estas Navidades. En toda España”.

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