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Pelayo Gayol, el héroe asturiano de los GEO, reconoce cuál es la prueba de la instrucción en la que más sufrió

"Soy de Asturias, no me gusta el calor", afirma el agente naviego

El inspector Pelayo Gayol, en una secuencia de la serie de Amazon Prime

Pelayo Gayol saltó a la fama el pasado octubre. Era uno de los protagonistas de "G. E. O., más allá del límite", la docuserie de Amazon Prime en la que se narra la dureza del camino que recorren los policías hasta convertirse en agentes de élite. Pero antes que instructor, el tapiego fue aspirante. Y ahora ha reconocido cuál es la prueba de en la que peor lo pasó: "Soy de Asturias, no me gusta el calor".

Los candidatos son sometidos a pruebas que, a ojos de un ciudadano de a pie, puede parecer que traspasan las barreras de la exigencia máxima hasta alcanzar el sadismo: baños en las frías aguas del Tajo en pleno invierno, largas caminatas por el monte cargando con neumáticos... todo ello sin apenas comer ni dormir y bajo una dura presión psicológica ejercida, fundamentalmente, a base de grito militar: "Si no puede seguir, ríndaseNo es obligatorio estar aquí".

Es así ahora y lo era hace 20 años, cuando a Gayol le tocó hacer su curso de acceso. En una entrevista en la Cadena SER reconoció cuál era la prueba en la que más había sufrido. "Soy de Asturias, llevo muy mal el calor", afirmó el instructor, refiriéndose al test en el que los aspirantes a GEO son metidos en una sauna con una máscara de gas durante largos minutos. "El frío, lo llevo bien, pero el calor...", incidió.

Gayol lleva en los cuerpos de élite de la Policía Nacional desde mediados de los años 90 del siglo pasado. Primero destinado en San Sebastián, donde hacía seguimientos y labores de investigación en la lucha contra ETA, y luego combatiendo el yihadismo. "Tras los atentados del 11-M le dije a mi mujer: 'A esta gente la tengo que detener sí o sí'", afirma en la docuserie Gayol, quien reconoce que los uniformes le llamaron la atención desde pequeño, pese a que en su entorno no había ningún agente.

En la docuserie, Gayol habla de sus orígenes en Asturias, "en una villa marinera que hay en la costa, muy bonita, pegada a Galicia", explica sobre su pueblo natal, en Tapia. "La gente que somos del norte, especialmente de Asturias, nunca nos desvinculamos de la zona, siempre nos engancha mucho. No sé lo que tiene, pero tu corazón siempre está allí", afirma sobre sus lazos con el Principado. El inspector también alaba las bondades de la vida rural. "Conoces a la gente, con sus pequeños problemas y sus grandes virtudes. Estás más unido y eso imagino que también te marca el carácter. Es imposible que no te toque", resalta.

Gayol ha desarrollado su carrera en la Policía Nacional lejos de Asturias. Si bien, su condición de agente de élite le ha traído al Principado en más de una ocasión. La última, en octubre de 2018, cuando vino como jefe de especialidad de buceo del GEO para buscar la pistola con la que fue asesinado Iván Castro en el río Nalón, a la altura de Soto de Ribera. El rastreo, diez meses después del crimen, concluyó sin éxito.

Desde entonces, el asturiano y el resto de miembros del GEO, con base en Guadalajara, han seguido participando en las más complejas operaciones de la Policía Nacional tanto en España como en el extranjero. Y también formando a los agentes del futuro: "Sé que soy muy desagradable. Lo que intento es que el día de mañana a usted no le pase nada. Es mi razón de ser. Mi razón de existir como director de este curso".

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