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El pasaporte covid lleva a más de un millar de asturianos a ponerse la primera dosis de la vacuna en una semana

Casi 600 personas recibieron la primera dosis contra el coronavirus durante la jornada sin cita previa del pasado jueves

Vacunación contra el covid en Asturias.

El efecto "pasaporte covid" y el miedo a la nueva variante del coronavirus ómicron empiezan a dejarse notar entre las nuevas vacunaciones en Asturias. En la última semana (del 17 al 24 de diciembre), el Sespa inoculó la primera dosis a 1.244 asturianos mayores de 12 años. La cifra supone un incremento de más de 500 personas (528 exactamente) con respecto a las nuevas vacunaciones que se produjeron la semana inmediatamente anterior, cuando se registraron 716 primeras dosis. Entre los niños de 5 a 12 años, que se encuentran en plena campaña de vacunación, se inocularon más de 10.000 vacunas contra el covid en esos siete días.

El grueso de las primeras vacunaciones en adultos durante la última semana se produjo el pasado jueves 22 de diciembre. Ese día, se celebró una jornada de vacunaciones sin cita previa en la que se inoculó la primera dosis a casi 600 personas. Entre los que decidieron acudir a la llamada de la Consejería de Salud, se encontraban principalmente asturianos de entre 20 y 49 años. En estos tres grupos de edad (20-29, 30-39 y 40-49), los registros desvelan más de un centenar de nuevas dosis en cada uno de ellos, con el grupo de los treintañeros a la cabeza, con 146 pinchazos.

Al analizar la vacunación de primeras dosis por edades, se observa que los asturianos de 40 y 49 años y los de 50 a 59 son los que más se han animado a vacunarse durante la semana antes de las Navidades (212 personas en cada caso). Por detrás, se sitúan los jóvenes de 30 a 39, con 200 pinchazos, y los de 20 a 29, con 153 nuevos vacunados.

Primeras dosis en Astruias (del 17 al 24 de diciembre)

  • Más de 90 años: 11
  • Entre 80 y 89: 15
  • Entre 70 y 79: 44
  • Entre 60 y 69: 126
  • Entre 50 y 59: 212
  • Entre 40 y 49: 212
  • Entre 30 y 39: 200
  • Entre 20 y 29: 153
  • Entre 12 y 19: 88
  • Entre 5 y 12: 10.225

Iriana López, en la cola para recibir la primera dosis de la vacuna. Luisma Murias

“Lo hacemos por presión social”

La zona de extracciones del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) sufrió un colapso el pasado jueves durante la jornada de vacunación sin cita previa. Era mucha la gente que acudió a recibir la primera dosis de la profilaxis contra el coronavirus. El pasaporte que certifica la vacunación, regulado por la Unión Europea, empezará a ser exigido, en principio, a partir de mañana en negocios de hostelería y restauración, establecimientos y locales de juego y apuestas y gimnasios. Además, cuando por el titular de la actividad se permita el consumo de bebidas y comidas por parte del público en instalaciones deportivas, cines, teatros, auditorios, circos de carpa, espacios similares y otros recintos destinados a actos y espectáculos culturales. Por otro lado, el justificante de vacunación también se requerirá durante las visitas a centros sociosanitarios y en los accesos a aquellos eventos multitudinarios que se llevan a cabo durante la época navideña en espacios interiores alternativos al ocio nocturno.

Esta medida provocó que muchos rezagados, reticentes a vacunarse, acudieran en masa a recibir el primer pinchazo en la convocatoria del Sespa sin cita previa del pasado jueves. Uno de ellos fue Iriana López, gijonesa que no se había vacunado hasta ahora por “no estar a favor de la vacuna”. “No soy negacionista, creo en el covid, pero la vacunación es una pantomima. Estamos viendo que los casos crecen de manera exponencial, por lo que se está demostrando que ni con una, ni dos, ni tres dosis se frena la expansión del virus”, manifestó. Mientras esperaba la cola, la gijonesa decía haber acudido por “presión social y laboral”. “He venido porque me va a hacer falta para el trabajo y para salir a socializar. Vengo renegada pero no queda otra”, indicó. Sin embargo, fuentes del Gobierno regional aseguraron que la norma solo se aplica a clientes, en ningún caso a trabajadores, salvo que la propia empresa decida pedirlo por su cuenta. “El pasaporte no me parece una buena solución, pero te están obligando a una cosa sin la que no vas a poder hacer nada”, relató López.

A Covadonga de Paz, de Oviedo, no la habían llamado nunca para vacunarse, entonces “lo fue dejando”. Sin embargo, tampoco tenía muchas ganas. “No estoy muy a favor del pasaporte porque, si al final contagias igual, deberían tomarse otras medidas”, expresó. La ovetense dijo no estar en contra de la vacuna, pero sí es reticente a cómo se ha llevado el proceso. “No todo el mundo tiene las mismas características físicas”, afirmó.

Tirso Beltrán casi se va al ver la cola que rodeaba la zona de extracciones del hospital ovetense, pero se quedó para poner el brazo por primera vez. “El Gobierno que tenemos, que está en contra de la Constitución y en contra de todo, nos están obligando a hacer lo que no queremos”, declaró el ciudadano, que afirmó no haber acudido por un tema de salud. “Yo lo hago para no meterme en temas judiciales. Además, el pasaporte puede ser falsificado, por lo que no tiene sentido”, aseguró Beltrán.

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