En 2019 la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, declaró que era urgente actuar en favor de la biodiversidad y calificó cada Reserva de Biosfera de la Unesco como un laboratorio al aire libre para el desarrollo sostenible, para construir respuestas concretas y duraderas, para innovar y compartir buenas prácticas. Se refirió a ellas como “una nueva alianza entre el mundo científico y la juventud, entre los seres humanos y su entorno”.

Las Reservas de Biosfera de la Unesco son, por tanto, sitios destinados a conciliar la conservación de la biodiversidad y la actividad humana mediante el uso sostenible de los recursos naturales. Y Asturias cuenta con siete espacios integrados en la red mundial que los agrupa. Algunos han llevado este título por más de 20 años, ya que hace 21 que la Unesco declaró las primeras: Muniellos y Somiedo. Para reforzar el conocimiento –y el reconocimiento– de estos espacios, el Gobierno del Principado de Asturias y LA NUEVA ESPAÑA impulsan “Guardianes de la Biosfera”. Con este proyecto se pretende poner en valor a las personas que protagonizan con su labor diaria la preservación de espacios, paisajes y practicas culturales a través de actividades económicas sostenibles y de futuro.

El proyecto también aspira a ser un primer paso para a enriquecer y animar a visitar estas siete joyas de nuestro paraíso natural desde el convencimiento de que la práctica de un turismo sostenible contribuye a su mejor salud.

Atardecer en el entorno de la ría del Eo Miki López

“Que uno de cada cien espacios declarados Reserva de la Biosfera por la Unesco se encuentre en Asturias representa el mejor manifiesto de un territorio que lleva muchos años liderando políticas de carácter sostenible y en las que el turismo es una de las piezas clave que contribuye a mantener modos de vida y paisajes”, explica Graciela Blanco, viceconsejera de Turismo del Gobierno del Principado. El desarrollo del sector turístico en estas zonas contribuye por tanto a “fijar población” y a distribuir renta entre los municipios asturianos. “Estamos hablando de un sector sin el que ya no puede entenderse el futuro de Asturias”, enfatiza Blanco.

En este sentido, las Reservas de la Biosfera se establecen como “banderas de nuestra condición de paraíso natural” como también lo son “la costa mejor preservada de España o haber desarrollado una cocina de paisaje tan arraigada”, explica Blanco.

Las reservas

Somiedo. Reserva de la Biosfera desde el año 2000, tiene una extensión de 283 kilómetros cuadrados. El parque se extiende por cinco valles: Saliencia, Valle de Lago, Puerto y Pola de Somiedo, Pelunes y Pigüeña. Se extiende por el concejo de Somiedo.

Redes. El parque de Redes acaba de cumplir 25 años. Lleva siendo Reserva de la Biosfera desde 2001 y tiene 376 kilómetros cuadrados de extensión. Se extiende por los concejos de Caso y Sobrescobio.

Picos de Europa. Este parque con 546 kilómetros cuadrados de extensión fue declarado Reserva de la Biosfera en el año 2003. Se extiende por los concejos de Amieva, Cabrales, Cangas de Onís, Onís y Peñamellera Baja.

Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. La zona fue declarada como Reserva de la Biosfera en el año 2003 como ampliación de la de Muniellos. Tiene 555 kilómetros cuadrados. Se extiende por los concejos de Cangas del Narcea, Degaña e Ibias.

Río Eo, Oscos y Terras de Burón. Una zona de 500 kilómetros cuadrados que fue declarada reserva de la Biosfera en el año 2007. Se extiende por los concejos de Castropol, Taramundi, San Tirso de Abres, Vegadeo, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos y Villanueva de Oscos.

Las Ubiñas-La Mesa. Reserva de la Biosfera desde el año 2012 tiene una extensión de 451 kilómetros cuadrados y se extiende por Lena, Quirós y Teverga.

Ponga. Reserva de la Biosfera desde el año 2018 y tiene una extensión de 255 kilómetros cuadrados. Se extiende por el concejo de Ponga.

En el proyecto “Guardianes de la Biosfera” los lectores van a encontrar una web cuidada e intuitiva desde la que acceder a información útil sobre la zona, rutas de carácter familiar, así como otras enfocadas a quienes cuentan con experiencia de montaña a sus espaldas, además de fotos y vídeos que nos mostrarán mucho de los secretos que atesoran estos espacios en los que es imposible disociar la naturaleza de las prácticas culturales de las comunidades que siguen siendo sus protagonistas. Precisamente serán estas personas que viven y trabajan en estos espacios quienes nos muestren de primera mano todo lo que supone ser guardianes de la Biosfera a través de reportajes tanto en la edición de papel de LA NUEVA ESPAÑA como en la web.

Expedición al Picu Urriellu Miki López

“El Principado se ha convertido en el destino preferido para quienes buscan el bienestar gracias a una suma de factores, una acertada política de comunicación, una estructura de alojamientos de un tamaño adecuado huyendo de lo masivo y un sector profesional comprometido con un turismo de calidad que cuenta con una extensísima red de recursos a su disposición”, resume la viceconsejera Graciela Blanco. Desde ahora contamos con un nuevo instrumento, el de los “Guardianes de la Biosfera” de lne.es, que cada dos semanas nos descubrirá al detalle una nueva Reserva de la Biosfera asturiana, comenzando por Somiedo a mediados de enero.

Lagos de Saliencia, en Somiedo Miki López

La sostenibilidad, clave para el futuro del turismo

Naciones Unidas se ha planteado como objetivo para esta década “avanzar hacia un mundo más sostenible”. Asturias quiere hacerlo sin renunciar a herramientas de crecimiento económico como el turismo. “Dar pasos para construir un modelo económico más equilibrado será beneficioso para cualquier territorio. Y en ese modelo el turismo va a seguir desempeñando un papel fundamental. Nosotros compartimos ese compromiso que la ONU ha lanzado a nivel global”, señala Graciela Blanco, viceconsejera de Turismo. Difundir los valores de las Reservas es un buen instrumento para contribuir a hacer del turismo un motor sostenible de desarrollo económico y social, tal y como propugna la Estrategia de Turismo de Asturias 2020/2030.