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Habla el hijo de Virgilio García, uno de los dos operarios fallecidos por un alud en San Isidro hace un año: “Me da pena que su muerte no sirva para tomar medidas”

El 2 de enero de 2021 la nieve sepultó en el puerto de San Isidro al maquinista de quitanieves y a su compañero César Fernández

La búsqueda del operario sepultado por alud en Asturias sigue con georradar

Este sábado se cumplió un año del terrible alud de nieve que sepultó mortalmente a dos operarios de quitanieves del Principado, Virgilio García y César Fernández, en la subida al puerto de San Isidro. El cuerpo de Fernández se encontró en la medianoche de ese mismo día de Año Nuevo de 2021 y el de Virgilio García no fue recuperado hasta un mes después, concretamente el 30 de enero, tras una búsqueda de las más arduas que se hayan realizado en el Principado. Tras el hallazgo del cuerpo de Virgilio García, su hijo, del mismo nombre, se había felicitado de que el Gobierno se hubiese comprometido a tomar medidas para mejorar la seguridad.

Un año después, su percepción ha cambiado diametralmente. “Me da mucha pena que la muerte de dos personas no sirva para que se tomen las medidas adecuadas”, lamentó. Según le han transmitido, no ha habido muchos avances. “Se ha dado formación al personal de Obras Públicas impartidos por la Guardia Civil de Montaña (Greim), pero siguen analizando cómo mejorar la seguridad”, añadió. Este sábado, la familia de García no subió a Riofrío a visitar el monumento erigido el pasado mes de junio en honor de las dos víctimas, y prefirieron reunirse en casa de su viuda. “Vamos tirando, con dificultades. Pero mi padre siempre fue una persona positiva, que querría que mirásemos adelante”, añadió Virgilio García.

A raíz del accidente se desarrolló un plan de emergencias en caso de aludes, y se han renovado las mallas antialudes en las laderas más altas del Pico Torres, que es de donde se desprendió la ingente masa de nieve que se precipitó sobre la curva de la carretera entre el mirador de Zuvillaga y Riofrío. Fue en ese punto donde se detuvo la quitanieves para abrir paso a un grupo de vehículos que había quedado atrapado. En aquel momento se plantearon algunas soluciones, como incrementar las viseras antialudes o incluso un nuevo trazado de la carretera fuera del alcance de los desprendimientos.

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