El enfrentamiento interno que ha sobrevivido a las primarias en Podemos Asturias se alarga y se enquista. Los afines a la candidatura derrotada, la del portavoz parlamentario y exsecretario general Daniel Ripa, han incrementado la carga contra la vencedora, Sofía Castañón, que a su juicio está “sepultando” los órganos representativos de la organización y “parece más interesada en reunirse con Adrián Barbón que con las personas que formamos parte del Consejo Ciudadano Autonómico”. Andrés Fernández Vilanova y Covadonga Tomé denuncian en estos términos la resistencia de la diputada de Unidas Podemos a atender a sus requerimientos de reuniones, con ellos dos o con toda la parte ya electa del máximo órgano decisorio de la organización, y sostienen que cuando habla Castañón “no representa a Podemos Asturias, sino a sí misma”. “Se atrinchera detrás de la tele de plasma, del Twitter y del instagram” y no rinde cuentas ni tiene “soporte del partido”, remarcan.

Fernández Vilanova y Tomé, delegados de la corriente mayoritaria en la parte del Consejo que ha sido elegida en las primarias –aún faltan por ser designados diez miembros más en representación de los círculos–, hacen abierta ostentación de su discrepancia con Sofía Castañón en lo tocante al voto de los presupuestos autonómicos para 2022, una abstención que el diputado Rafael Palacios anunció “usurpando la figura del portavoz”, afirma Vilanova, y sin consulta previa al Consejo. Se apartan también, o sobre todo, de la concepción de Castañón y Palacios sobre las relaciones con el PSOE y sostienen que “su planteamiento es acordar primero y luego ver qué nos conceden; el nuestro es a la inversa”, y se ven más próximos respecto a la reforma del Estatuto de Autonomía y la cooficialidad del asturiano, aunque en este punto Vilanova precisa que "no está claro lo que ha dicho (Castañon), porque en realidad no ha dicho nada”. De vuelta a la carga, los próximos a Ripa lamentan la “reunión impostada” que la nueva secretaria general mantuvo ayer con el presidente del Principado, un encuentro en el que al decir del exdiputado autonómico “no se hace una sola crítica, no se sale con ningún objetivo concreto”, y se escenifica una relación “como del obispo con el rey”. Da la sensación, concluye, de que Castañón “busca en Adrián Barbón la legitimidad que ella misma no demuestra al no querer auditar los resultados de las primarias”.

Hablando de la controversia sobre el agitado proceso electoral en la formación morada, Fernández Vilanova y Tomé acusan además a la nueva líder del partido en Asturias de “mentir descaradamente” en varias ocasiones. “Es falso que no recibiera ninguna reclamación sobre el recuento”, empiezan, “miente cuando dice que no se despidió a trabajadores” –en referencia a los de dos empleadas afines a Ripa decididos “desde la dirección estatal de Podemos– y cuando asegura que el Consejo Ciudadano no se puede reunir antes de estar completo. El partido dispone de “entre dos y seis meses” desde las primarias para elegir a los componentes que faltan, pero mientras tanto sostienen que puede operar. Se acogen a un artículo del reglamento interno de las asambleas donde se asegura que el Consejo “se podrá constituir en funciones con la parte electa del mismo en Asamblea Ciudadana, a falta de la incorporación de los y las enlaces de círculos que se elijan por la militancia en cada territorio”. En esos casos, “podrán iniciar su andadura y aprobar un Consejo de Coordinación Autonómico” que estaría en funciones.