La autopista del Huerna (León-Campomanes, AP-66) va recobrando el pulso poco a poco. Tras el fuerte descenso del número de usuarios registrado en 2020 a causa del confinamiento y las severas restricciones de movilidad decretadas por el Gobierno por la pandemia de coronavirus, la principal salida por carretera a la Meseta registró el año pasado un importante incremento del tráfico. No obstante, la intensidad media diaria se queda aún por debajo de la que se registraba antes de la aparición del covid-19. El año pasado circularon por la autopista del Huerna 2,82 millones de vehículos, lo que supone un 34,8 por ciento más que en 2020, cuando se registraron poco más de dos millones, pero un 8,77 por ciento menos que en 2019, cuando el número de usuarios se había situado en 3,09 millones.
La intensidad media diaria (IMD) registrada en 2021 se situó en 7.733 vehículos, muy por encima de los 5.736 del año anterior, pero aún por debajo de los 8.476 que circularon de media cada día por el Huerna en el año 2019. Esos 7.733 vehículos diarios suponen superar los poco más de 7.500 registrados en 2013 y 2014 como consecuencia de la crisis económica que había empezado a notarse ya en 2008. Fue un año antes, en 2007, cuando se contabilizó el máximo histórico de circulaciones en la autopista del Huerna, con 10.288 usuarios al día, lo que supuso un total de 3,76 millones vehículos. La IMD registrada en 2020 se sitúa en un nivel que ya se había alcanzado en 2004.
Los datos oficiales aportados por la concesionaria de la autopista del Huerna, Aucalsa, revelan que el año pasado circularon por ella cada día una media de 6.480 vehículos ligeros (turismos y motocicletas), lo que supone un total anual de 2,5 millones. Son un 41,2 por ciento más que en 2020, pero todavía un 10 por ciento menos que en 2019.
Por lo que respecta a los vehículos pesados, el año pasado avanzaron por el Huerna 1.253 al día de media, lo que suma 457.345 a lo largo de 2021. Estas cifras suponen un 9,2 por ciento más que en 2020, pero un 1,6 por ciento menos que en 2019, según las cuentas de Aucalsa.
La concesionaria, por otro lado, realizó el año pasado en el Huerna inversiones por valor de 3,6 millones de euros. La partida más elevada, 1,6 millones, se destinó a la mejora de firmes. En la campaña del año 2021 Aucalsa renovó el pavimento de 12,5 kilómetros de autopista. Esta actuación se engloba dentro de un plan plurianual que tiene por objeto sustituir de forma cíclica todos los firmes de la AP-66.
La inversión del año 2021 tuvo tres zonas de actuación. En primer lugar, se sustituyó todo el firme del viaducto del Huerna en los dos sentidos de circulación, lo que hace un total de 1.000 metros. En segundo lugar, se sustituyó el firme del tubo 2 (tubo de entrada hacia Asturias) del túnel de Negrón, lo que supuso actuar sobre 4.200 metros de autopista. Por último, se actuó sobre dos tramos de la zona de mayor cota de la parte asturiana de la Autopista, uno ascendente de 4.500 metros y otro descendente se 2.800 metros. Los trabajos se realizaron en los meses de mayo y junio, extendiéndose más de 12.100 toneladas de mezclas bituminosas.
Otra actuación recurrente en el mantenimiento de los firmes de la autopista del Huerna es el extendido de microaglomerado en frío, una técnica que consiste en aplicar sobre la superficie de rodadura una nueva capa con gran capacidad de agarre a los neumáticos, aumentando por tanto la seguridad de la conducción. En 2021 se utilizó esta técnica en 21,8 kilómetros de autopista. Además, todas las marcas viales de la autopista fueron repintadas este 2021.
A la mejora de estructuras se destinaron 576.000 euros. Aucalsa actuó sobre tres puentes de la autopista: se adecuaron las presillas en el viaducto del Huerna, se saneó la estructura que discurre sobre el enlace de Campomanes y se trabajó sobre los sistemas de contención de vehículos en uno de los viaductos sobre el río Luna, en la provincia de León. Paralelamente, se sustituyeron las juntas de dilatación de siete de los puentes de la autopista.
En varios túneles se instalaron detectores automáticos de incidencias (DAI, dispositivos programados para detectar cualquier objeto extraño o situación anómala en la calzada) y se renovaron los sistemas de ventilación, lo que implicó un gasto conjunto de 986.000 euros. La sustitución de diversos equipamientos en el área de peaje, como las cortinas fotoeléctricas, y la instalación de nuevas cámaras de lectura de matrículas supusieron una inversión de 119.000 euros. Aucalsa adquirió además un nuevo camión quitanieves con pala y tolva para los fundentes, que costó 152.000 euros, mientras que destinó otros 134.000 euros a otras inversiones.
La AP-66 tiene 86,8 kilómetros de longitud. Comenzó a construirse el 17 de octubre de 1975 y abrió al tráfico el 11 de agosto de 1983. Su construcción supuso un gasto de 654 millones de euros. Aunque en un primer momento la concesión iba a concluir el 11 de agosto de este año, el Gobierno de José María Aznar y Francisco Álvarez-Cascos decidió, en el año 2000, ampliarla durante 29 años más, hasta 2050, lo que suma un total de 75 años, el máximo legal permitido. Esa ampliación de la concesión, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA en abril de 2019, sirvió para suprimir el peaje entre Rando y Puxeiros, cerca de Vigo (Autopista del Atlántico) y para sanear las cuentas de la entonces pública Empresa Nacional de Autopistas (ENA) y privatizarla tres años después.
La del Huerna es la segunda autopista de peaje más cara por kilómetro de la red estatal. Tras el incremento del 1,97 por ciento aplicado desde el pasado día 1, la tasa del Huerna para el trayecto completo se sitúa en 13,75 euros para los vehículos ligeros (25 céntimos más que el año pasado), 17,45 euros para los vehículos pesados de dos y tres ejes, y de 22,35 euros para los de cuatro o más ejes. Pero los asturianos también “sufren” el peaje estatal más caro por kilómetro, el de Guadarrama (Villalba-Adanero), situado en la ruta a Madrid: 13,35 euros los vehículos ligeros y entre 26,80 y 30,10 euros los pesados.
