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Hablan los allegados del somedano fallecido en el accidente de Grado: “Era de lo mejor, un crack”

José Luis Menéndez Morán, que vivía en Las Regueras y dejó huella como operario de líneas de tensión, viajaba con su pareja, que permanece grave en el HUCA

La Gurardia civil interviene en un accidente.

“Tuvo que sentirse indispuesto o algo. No es normal que le pasase a él, que era muy prudente y conducía despacio”. Los allegados de José Luis Menéndez Morán no se explicaban ayer que fuese él la víctima mortal del trágico accidente ocurrido la noche del viernes en la rotonda de la salida de la autovía A-63 hacia Santa María (Grado). El vehículo que Morán, somedano de 58 años residente en Las Regueras, conducía sufrió una salida de vía por la que los bomberos tuvieron que excarcelar del automóvil su cuerpo así como a su pareja, María Gloria G. A., paraguaya de 57 años vecina de Oviedo que se recupera de graves lesiones en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

El vuelco del turismo en la zona de la rotonda se produjo el viernes por la noche, cuando José Luis Menéndez Morán y su pareja, con quien mantenía una larga relación sentimental desde hace años, viajaban desde Oviedo, lugar de residencia de María Gloria G. A., a la localidad reguerana de Premoño, donde el fallecido vivía junto a su madre. El centro de coordinación de emergencias del 112 Asturias recibió el aviso a las 22.12 horas. En la llamada indicaban que un turismo se había salido de la carretera y había, al menos, dos personas en su interior. Hasta el lugar se desplazaron servicios sanitarios y Guardia Civil, así como bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa).

Estos últimos fueron quienes tuvieron que realizar labores de excarcelación tanto para rescatar a la mujer herida de gravedad así como el cuerpo del conductor. Tras confirmar el equipo médico el fallecimiento de José Luis Menéndez Morán, los bomberos se apresuraron en abrir hueco para poder facilitar el acceso del equipo médico hasta la mujer para prestarle asistencia antes de ser excarcelada. Ambos fueron liberados con ayuda de la tabla de rescate tras cortar los pilares centrales y traseros del vehículo.

María Gloria G. A. fue atendida en el lugar del accidente por el equipo médico de la UVI-móvil de Oviedo y el equipo de Atención Primaria de Grado. Posteriormente fue trasladada al HUCA con politrauma y pronóstico grave. Ayer se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) con ventilación asistida tras ser operada de sus múltiples traumatismos, aunque su buena evolución hacía prever que probablemente se le pudiese retirar el respirador próximamente. La Guardia Civil, que investiga las causas de un accidente en el que aparentemente, y a falta de que concluyan las pesquisas, no intervino otro coche, se encargó del levantamiento del cadáver. Aunque nacido en Villamor (Somiedo), José Luis Menéndez Morán residía en Premoño (Las Regueras) junto a su madre, en cuyo cuidado y acompañamiento “estaba tremendamente volcado”, según cuentan allegados. Muy sentida ha sido su pérdida tanto en el concejo somedano como en el reguerano.

La mujer herida, paraguaya vecina de Oviedo, se recupera en la UCI tras ser operada de urgencia

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Pero el llanto por el inesperado fallecimiento de Morán también se ha dejado notar con fuerza en Grado, donde hacía mucha vida social y se dejaba ver a diario. Especialmente en la cuadrilla de amigos de la que formaba parte y que se reúne en la vinoteca La Pepa de la villa moscona. “Era un gran paisano, amigo de sus amigos. Muy, muy bueno. No hay nada malo que hablar de él, ni como compañero ni como amigo. Para lo que necesitabas, ahí estaba siempre”, comentaba ayer uno de los integrantes del grupo de La Pepa, donde ayer se colgó una esquela informando de que Menéndez Morán, que deja un hijo, recibirá sepultura en el cementerio de La Mortera, en su Somiedo natal. “En lo mejor de la vida se fue. Estaba fuerte y se cuidaba”, lamenta uno de sus mejores amigos.

Morán ejerció durante años como operario en líneas de media y baja tensión. En su desempeño profesional dejó igualmente una excepcional huella. “Fue un oficial muy bueno, de lo mejor que había. Enseñó a muchos. Anduvo con torres de media tensión y postes de baja. Sabía cómo manejar los cables, el orden de las fases... Sabía mucho. Era un crack y, además, un paisano muy abierto que enseñaba a trabajar”, recuerda un excompañero de trabajo, que añade a sus cualidades la de “gran conversador”. “Era de lo mejor que puedes encontrar en una empresa”, concluye.

Morán, que tocaba el acordeón tras aprender a hacerlo “de oídas”, llevaba ya más de tres años sin trabajar después de un retiro forzoso tras un desmayo sufrido en mitad de una jornada. Había unido su vida desde hace tiempo a María Gloria G. A., paraguaya que reside en Oviedo junto a la menor de sus cuatro hijos. Buena parte de su familia aguardaba ayer noticias sobre su evolución al otro lado del charco, desde su localidad natal (Caacupé). Todos ellos unían sus deseos y rezos para su pronta recuperación. “Tiene tantos sueños aún por cumplir...”, comentaba una allegada de María Gloria G. A., que emigró de Paraguay a España hace ya casi dos décadas. Al mismo tiempo, lamentaban la ya irremediable pérdida de su pareja sentimental, para quien no tenían más que buenas palabras: “Siempre fue muy bueno con ella”.

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