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La lista de espera para valorar la discapacidad en Asturias llega a superar los tres años

“Hay gente que lo necesita para que le concedan una ayuda o para presentarse a una oposición”, lamenta una mujer que espera su turno

Centro de Valoración de Personas con Discapacidades de Oviedo. Irma Collín

Las personas que necesitan que se les reconozca una discapacidad viven una auténtica odisea en el Principado de Asturias. El plazo desde que se solicita el trámite hasta que les dan la cita llega a superar en algunos casos los tres años, una espera que impide a mucha gente solicitar ayudas o, sencillamente, que se les reconozca a la hora de concurrir a una oposición. La consejería de Derechos Sociales y Bienestar reconoce el problema y señala que hay 11.206 personas en espera sumando los centros de Gijón, Oviedo y Avilés.

“En mi caso soy pensionista, pero hay gente que, como yo, supera el 65% de discapacidad y de que se le reconozca depende que pueda tener o no unas ayudas a las que tienen derecho”, explica María Rodríguez. En su caso, el próximo 4 de febrero hará tres años desde que solicitó la revisión de su grado de discapacidad. Ella conoce bien la importancia que tiene este reconocimiento: “En su día, en 2009, me dieron el 33% y eso era importante para poder concurrir a unas oposiciones a la administración de Justicia; en ese momento tardaron 4 meses y en 5 meses ya tenía la discapacidad concedida; ahora pasan más de 3 años”, insiste.

Para María Rodríguez es simplemente una cuestión de derechos, de que le reconozcan su situación: “Tengo derecho a que me lo reconozcan, desde que me concedieron el 33% hasta ahora ha empeorado mucho mi estado de salud”, explica. Pero es que hay casos en los que esa tardanza supone una situación grave en lo económico y hasta en lo personal, puesto que hay quien se ve obligado a hacer un trabajo para el que no está capacitado física o psicológicamente porque no tiene manera de demostrar esa discapacidad.

La explicación que se da desde Derechos Sociales y Bienestar es que “actualmente existen bajas en los profesionales médicos”. Una bajas que, continúan, “aunque la Función Pública facilitó el acceso a las bolsas de empleo del Sespa” no se han podido cubrir. Lo que sí pudo hacer en 2021 la Consejería es reforzar “los equipo de los centros de valoración de Gijón y Avilés”. Pero lo que sucedió fue que, “si bien se cubrieron las plazas de psicólogos y trabajadores sociales, no ocurrió lo mismo con los perfiles sanitarios”. Una de las razones que puede estar detrás de esta imposibilidad para hacerse con personal sanitario es que el puesto es poco atractivo económicamente para los médicos, que prefieren otras plazas mejor remuneradas.

La única salida viable para desencallar esta situación es, para la consejería de Derechos Sociales y Bienestar, la de contratar “de forma externa a profesionales médicos para poder aliviar las listas de espera”, es decir, acudir al sector privado. Esa es la solución que lleva meses planteándose la Consejería y con la que tratará de darle la vuelta a una situación que le está suponiendo un grave trastorno a muchas personas. También apuntan a que, aunque la lista de espera es muy larga, sí que se da prioridad y se logran atender los casos más urgentes y a otros trámites urgentes: “En los centros de valoración sí se atiende de forma inmediata los expedientes relativos a niños, casos de enfermedad muy grave y tarjetas de estacionamiento”.

A los discapacitados que están esperando su valoración, como es el caso de María Rodríguez, les cuesta comprender esta ausencia de médicos: “No entiendo que no saquen una convocatoria”. Y es que puede darse el caso de gente que no llegue a ver nunca reconocida su discapacidad: “Hay gente que muere en el camino”.

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