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Xuan Valladares, de ecologista ortodoxo a defender las quemas y la mano dura con el lobo

El biólogo, portavoz de Asturias Ganadera, que protesta hoy por las detenciones por la última manifestación, se instaló como ganadero en Llanes, donde tiene raíces familiares y es concejal

Valladares, en una protesta.| I. Collín

Asturias Ganadera vuelve a recorrer las calles de Oviedo este viernes, ahora para protestar por la detención de cinco ganaderos por los incidentes del pasado 29 de diciembre ante el edificio de Presidencia, cuando varios manifestantes –provocados al parecer por una mujer que les hizo una peineta– se liaron a varazos con los agentes de la Policía Nacional, según ellos “para defenderse”, resultado cuatro funcionarios con lesiones.

Lo cierto es que desde las protestas ganaderas de hace más de dos décadas, con cortes de carretera, no se veía el campo asturiano tan revuelto. Parte de ello se debe al activismo de Asturias Ganadera y de su cara más visible, Xuan Valladares (Madrid, 1966), que se ha ganado sobre todo el apoyo de los jóvenes ganaderos, con sus mensajes contrarios a los sindicatos tradicionales y la gestión agroganadera del Gobierno socialista, algo que, por otro lado, no debería extrañar viniendo de un concejal de VecinosxLlanes, agrupación que se distingue por su postura anti-PSOE.

La trayectoria de Xuan Valladares es cuando menos singular. Biólogo y doctor en Ecología por la Complutense de Madrid, está vinculado familiarmente a Poo de Llanes y hace treinta años terminó instalándose en esa localidad llanisca. Llegó defendiendo los postulados ecologistas más ortodoxos, desde una perspectiva asturianista.

Valladares promovió numerosas asociaciones en favor de un medio rural sostenible: Asturias Sostenible, Asturias Ganadera, la Coordinadora de Montes Vecinales en Mano Común de Asturias, la Federación Estatal de Pastores –de la que fue vicepresidente–, la Plataforma por la Ganadería Extensiva y el Pastoralismo, la Iniciativa Comunales o el European Forum on Nature Conservation and Pastoralism. En 1998 empezó su actividad ganadera, por supuesto extensiva. Tiene la casería en Caldueñu, en el Cuera, y cuida de un rebaño de ovejas, cabras y vacas. Como otros ganaderos de la zona, ha sufrido ataques del lobo. Quizá por eso su postura ha ido cambiando, alejándose del conservacionismo y criticando al Gobierno socialista por lo exiguo de las ayudas por los daños del lobo, que en su opinión no cubren ni una mínima parte de los estragos que causa. Con las quemas, otro tanto. Denuncia que la gestión de pastizales ha sido desastrosa y que la región está matorralizándose. Cuando se le pregunta por la autoría de los incendios, niega que se trate de ganaderos. “Tienen mucho trabajo que hacer para dedicarse a prender el monte”, ha dicho alguna vez.

Valladares, en una protesta.| I. Collín

Le costó entrar en el mundo ganadero. En el Oriente, los pastores que le veían aparecer por las brañas –el Real Instituto de Estudios Asturianos le publicó un trabajo titulado “El brañeo en Asturias”– le apodaban “el Chanclas”, porque le gustaba llevar ese calzado. Por lo demás, está de lo más integrado en la vida de Llanes, y aunque forma parte de un Gobierno que algunos han tildado de extrema izquierda, acude todos los domingos a misa.

Valladares ha estado durante muchos años ligado a la Unión de Sectoriales Agrarias de Asturias (Usaga), una organización surgida al filo de 2010 por un grupo de ganaderos que se escindió de COAG al ser elegida presidenta Mercedes Cruzado. De ahí que siempre haya estado en contra de los sindicatos mayoritarios, a los que tilda de “apesebrados” y vendidos al Gobierno regional. El ganadero criticó que el presidente Barbón se reuniese con los sindicatos, en su opinión para hacer creer falsamente a la opinión pública que escucha a los ganaderos. Este jueves se reunió el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, con representantes de Usaga, para hablar de la situación del sector. Barbón sigue sin recibir a Asturias Ganadera.

Los sindicalistas tradicionales advierten a los ganaderos de que un movimiento como el de Asturias Ganadera puede llevarles al despeñadero. “Que se tienten la ropa”, avisan. Y sugieren que detrás podría haber un interés en impulsar una candidatura política en el ámbito del movimiento de la España vaciada. Valladares lo niega, tajante: “No estamos politizados”.

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