La construcción del tercer carril en la autopista “Y”, actualmente en ejecución, conllevará importantes cambios en la principal vía de comunicación del centro de la región. Los carriles resultantes serán más estrechos que los actuales. También tendrán menos anchura los arcenes interiores y la mediana. Además, en el tramo afectado por las obras, entre los enlaces de Lugones (Siero) y Matalablima (Oviedo), el límite de velocidad quedará establecido en 100 kilómetros por hora, veinte menos que en la actualidad.
El proyecto para la construcción del tercer carril detalla la situación de partida de las obras: “La sección actual de la autopista A-66 es de dos calzadas con mediana variable de 6 a 12 metros, según el tramo. La anchura de los carriles es de 3,75 metros, el arcén interior de 1,50 metros, el exterior de 3,0 metros y tiene una berma (terraplén) exterior de 0,50 metros con pendiente del 12 por ciento”.
La decisión del Ministerio de Transportes de ampliar la “Y” por la mediana, en vez de por el exterior, provocará que la anchura de los carriles pase a ser de 3,5 metros, mientras que la del arcén exterior se quedará en 2,50 metros. No variará la anchura de arcén interior, porque la legislación vigente obliga a que tenga un mínimo de 1,5 metros, al ser necesario disponer de forma continua en la mediana una barrera de contención para separar las calzadas de distinto sentido de circulación.
Con todos estos condicionantes geométricos quedará tras las obras una mediana de solo un metro de ancho, “suficiente para albergar una barrera de contención del tipo New Jersey (de hormigón)”, según recoge el proyecto. “La ampliación por mediana conserva la plataforma actual y reajusta la distribución transversal quedando una calzada tipo de 10,50 metros con tres carriles, y arcenes de 1,5 metros el interior y 2,50 metros el exterior, además de bermas exteriores por ambos lados de las calzadas”, detalla el documento.
El problema que presenta esta solución es la “falta de visibilidad de parada para la velocidad de proyecto en curvas de radio inferior a 1.200 metros”, subraya el texto. La solución elegida para afrontar este inconveniente es habilitar bermas de despeje interiores en esas zonas.
En cuanto al firme, el proyecto prevé que la nueva calzada sea, como las ya existentes, de hormigón armado, pero cubierta por una capa de pavimento fonoabsorbente que permitirá reducir el impacto acústico hasta en un 75 por ciento. También la reducción de la velocidad máxima ayudará a aminorar el ruido.
La nueva anchura de los carriles de la “Y” entre Lugones y Matalablima cumple la normativa vigente en España, que determina que su “ancho habitual” en autopistas será 3,50 metros, aunque puede ser menor en casos especiales. También cumplen los arcenes, porque la legislación establece que en carreteras de calzadas separadas con velocidad de proyecto mayor o igual que 100 kilómetros por hora el interior debe tener un ancho de 1,50 metros para medianas como la que tendrá la “Y” en su tramo más septentrional.
Las obras del tercer carril afectan a un trayecto de 4.390 metros de longitud. La inversión asciende a 22,25 millones de euros. La obra se adjudicó en 42 meses, tres años y medio, y empezó a ejecutarse en noviembre de 2019, aunque el movimiento de tierras no comenzó hasta junio de 2020. La delegada del Gobierno, Delia Losa, aseguró hace unos días que la previsión de terminación de las obras “se sitúa en enero de 2023”.
Las actuaciones incluirán la remodelación de los enlaces de Lugones, Paredes y Matalablima, incorporando vías colectoras y carriles de trenzado que “incrementarán el nivel de servicio del tramo, aumentando la capacidad y mejorando la fluidez y seguridad vial para los cerca de 57.000 vehículos que los transitan a diario”, según Transportes.
La solución elegida para remodelar los enlaces mantiene su tipología (y morfología), pero adaptando las longitudes de los ramales de aceleración y deceleración, y también de los carriles de cambio de velocidad, a las mayores longitudes que exige la normativa vigente. También se construirá una barrera acústica de 141 metros de longitud y 2,5 metros de alto en las inmediaciones del núcleo de La Fresneda (Siero).
La adjudicataria realiza desde ayer cortes en los carriles derechos en horario nocturno, de domingo a jueves. Los cortes, que se prolongarán hasta el próximo 29 de abril, se realizan solamente en uno de los sentidos cada día. En concreto se prevén cortes entre las 00.00 horas del domingo y las 6.00 horas del lunes siguiente, y entre las 21.00 horas y las 6.00 horas, el resto de los días. Estas afecciones se deben a que en la fase actual las obras requieren la ejecución de las capas de firme de hormigón en la ampliación exterior de varios tramos de la autovía.
Los trabajos del tercer carril sufrieron un parón durante las pasadas Navidades, según el Ministerio de Transportes, para “compensar a los trabajadores con días completos de libranza” por las horas de trabajo de más que habían acumulado. El parón coincidió con la quiebra de una de las subcontratas, lo que dejó a varios trabajadores en el paro, y obligó a subcontratar a otra empresa. Esta circunstancia, según fuentes ministeriales, no afectó al desarrollo de los trabajos, por lo que se mantienen los plazos previstos.
