“Me siento muy satisfecho y me congratulo de que se reconozcan algunos de los errores cometidos con Carlos López-Otín, que fue sometido a una inmerecida e injusta campaña de descrédito”. Así se pronunció ayer, a preguntas de este periódico, el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde, en alusión a los dos divulgadores científicos que acaban de expresar de manera pública sus disculpas a López-Otín, catedrático de Biología Molecular de la Universidad de Oviedo, por las críticas que le dedicaron en 2019.

Las declaraciones del físico, matemático e informático de la Universidad de Málaga, Francisco R. Villatoro, y del biólogo Alfredo Caro Maldonado, afincado en el País Vasco, se produjeron en el contexto de lo que el propio Otín definió como una estrategia de “acoso personal y profesional” para desacreditar su carrera científica de prestigio mundial.

A juicio del Rector, “también es positivo que algunos de los que atacaron al profesor Otín de una forma precipitada o desde el desconocimiento, ahora recapaciten y se hayan dado cuenta de la realidad de las cosas; el hecho de que pidan disculpas también dice mucho de su gran calidad humana”.

Las manifestaciones públicas de Maldonado y Villatoro, autores de sendos blogs, también han sido valoradas de forma favorable por Juan Valcárcel, científico del Centro de Regulación Genómica de Barcelona. En 2018, Valcárcel asumió de forma voluntaria la búsqueda de apoyos a López-Otín entre un nutrido grupo de científicos españoles, y algunos extranjeros, que remitieron a los editores de la revista JBC un escrito en el que defendían que una serie de artículos del grupo de Otín fueran corregidos, pero no retirados, al considerar que “los errores detectados no afectan a ningún resultado esencial”.

Según Juan Valcárcel, las disculpas difundidas ahora “honran a estos investigadores y divulgadores, que así hacen un importante servicio a la comunidad científica y a su percepción por la sociedad”.

La Universidad de Oviedo tiene en marcha una investigación interna sobre lo sucedido. Ya han sido interrogados varios profesores de la institución académica. Carlos López-Otín nunca ha querido dar nombres, pero si ha manifestado su convicción de que el inicio de las hostilidades fue impulsado “al cien por ciento” por personas próximas. Los responsables de la institución académica declinaron ayer, una vez más, dar dato alguno sobre la marcha de este proceso interno al que quieren dotar de la máxima reserva.

Francisco R. Villatoro, autor del blog “francis.naukas.com”, ha admitido que su crítica “no estaba basada” en los artículos de Otín, “sino en piezas de terceros en blogs y medios a los que di más credibilidad de la que en rigor debía”. Y añade: “Hace unos días tuvimos una conversación en persona con Carlos, junto a dos expertos de confianza mutua. Gracias a ella he comprendido la magnitud de mi craso error”.

Entre tanto, Alfredo Caro Maldonado, del blog “Ciencia mundana”, ha reconocido que “me había dejado arrastrar por la ola sin reflexionar mucho sobre las consecuencias que podían tener mis palabras ni de su potencial viralidad”. Y agrega: “Creo que es sano que reconozcamos nuestros errores e incluso que lo hagamos público. Siento no haberlo hecho antes”.