Ya hay 120 refugiados ucranianos esperando en Polonia para llegar a Asturias. Pero hay un problema: hacen falta autobuses para traerlos. Es el llamamiento que ha hecho la organización Expoacción, que hoy recibió en la región por segundo día consecutivo a más desplazados provenientes del país invadido por Rusia.
De hecho, en Coya (Piloña) se materializó este viernes el reencuentro de Ania Romanenko, a quien todos conocen en el lugar porque todas las vacaciones de verano las ha pasado por sus calles con su familia asturiana de acogida, con su madre y su hermano, huidos de Ucrania ante el terror de la guerra. Los vecinos de la localidad piloñesa ahora quieren que se llene de ucranianos con la oportunidad de vivir a salvo de la destrucción pero necesitan colaboración urgente. En concreto, precisan “dos autobuses como mínimo para transportar a 120 mujeres y niños que están parados en la frontera de Polonia, y a los que necesitamos traer ya”, subrayó Lorena Escobio, policía nacional que acoge cada verano junto a su marido a Ania Romanenko. A ella la habían conseguido traer días antes de la invasión rusa ante el temor de que ocurriese lo que finalmente pasó.
Expoacción clama por ayuda en este sentido porque “son familias que tienen alojamiento asegurado en Asturias, ya están todos los trámites hechos y sólo falta que alguna empresa de transportes de la región nos eche una mano”. También recuerdan su número de cuenta para donaciones: ES1000815660100001111912. Para que en Piloña y en toda Asturias, el único sonido que escuchen los refugiados sea el de la paz.
