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La solidaridad asturiana emociona a los camioneros ucranianos: “No pueden hablar, rompen a llorar”

Tres de los seis transportistas que permanecían atrapados por la guerra en Silvota parten con ayuda humanitaria hacia Polonia

Voluntarios cargan en Colloto el tráiler del ucraniano Dimitriy. Miki López

Corazones, flores, arcoíris, palomas, niñas abrazándose... Dimitriy, uno de los seis camioneros ucranianos a los que la invasión de su país pilló en el polígono de Silvota (Llanera), no pudo reprimir ayer el llanto cuando una profesora del colegio Teresianas de Oviedo le mostró los dibujos de apoyo al pueblo de Ucrania realizados por los alumnos de Infantil y Primaria, que protagonizaron la última página del ejemplar de ayer de LA NUEVA ESPAÑA.

Dimitriy partió en la mañana de ayer hacia Polonia con su tráiler repleto de paquetes de ayuda humanitaria... y con los dibujos de los escolares ovetenses. Estaba tan emocionado que era incapaz de articular palabra. La voluntaria de la Asociación Ucranianos en Asturias, Larysa Shevnina, que hace las veces de traductora de los camioneros, destacaba que estos hombres, “que trabajan muy duro y que son unos campeones”, están tremendamente emocionados por la solidaridad de los asturianos: “Tanto que no pueden hablar, rompen a llorar en cuanto lo intentan”.

Antes que Dimitriy, había partido hacia Polonia otro camión con ayuda, conducido por David Famos, responsable de Nómadas en Acción. A media tarde estaba en las inmediaciones de Burdeos (Francia), pero aún le faltaban 30 horas de viaje (son 33 horas con las paradas). Después que Dimitriy partió otro de sus compatriotas, Alexander, y a última hora de la tarde de ayer se cargaba un nuevo tráiler con cajas llenas de pañales, comida, ropa, productos de primeros auxilios y de higiene personal, mantas, toallas, pilas... Mañana se cargará un quinto camión. Los transportistas ucranianos se van pero han anunciado que volverán en cuanto les sea posible. Quieren seguir llevando ayuda para sus compatriotas refugiados en Polonia y también para los que permanecen en Ucrania.

Dimitriy hace el gesto de la victoria desde su camión antes de partir rumbo a Polonia.

La respuesta de los asturianos a las peticiones de ayuda está siendo de tal calibre que la asociación Ayuda Humanitaria para Ucrania resaltaba ayer que la nave que está usando en Colloto se ha quedado pequeña: los voluntarios casi no pueden trabajar por falta de espacio. De ahí que hayan lanzado una petición para conseguir otra nave más, a ser posible cerca de la actual. Al mismo tiempo solicitan que, en la medida de lo posible, se lleven las donaciones ya en cajas cerradas, indicando fuera el contenido, para así poder agilizar los envíos.

Entre los muchos colectivos que están recogiendo ayuda humanitaria figura la delegación asturiana de la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU).

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