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La gijonesa que no dudó en volcarse con los refugiados en Polonia: “Tienen que llegar a Asturias"

La periodista gijonesa Covadonga Solares asegura desde Cracovia que los centros de acogida polacos “no dan abasto”

En el centro, la periodista gijonesa Covadonga Solares. Sobre estas líneas, uno de los puntos de donación habilitado en el Museo de Ingenieria de la Ciudad de Cracovia.| C. Solares Juan A. Ardura

“No me podía quedar quieta, viviendo a 250 kilómetros de la frontera con Ucrania, ni volver para Gijón con mis padres y mi hermana. En estos momentos hago más falta aquí”. La joven periodista Covadonga Solares resume así el vuelco que ha dado su vida en las dos semanas transcurridas desde la invasión rusa: de estudiar un máster de Política Europea e impartir clases de inglés en Cracovia a implicarse en una campaña de ayuda y crowfunding a través de Asturias Power, y recorrer todos los días los refugios para familias ucranianas montados en la ciudad polaca. Es, además, una de las promotoras del primer camión con ayuda humanitaria que sale hoy del polígono del Espíritu Santo (Oviedo) rumbo a Ucrania, con más de 20 toneladas de material.

Covadonga Solares compagina la coordinación de recoger material en Asturias con el trabajo directo en los refugios de Cracovia, a donde lleva todo lo que puede y le piden, en estos días de necesidades incontables para el millón largo de ucranianos forzados a dejar su país por los ataques del ejército ruso. “Les hace falta de todo, tan pronto les llevamos una lavadora como una televisión o lo que necesiten porque no tienen nada”, afirma esta gijonesa, que hace un llamamiento rotundo: “Aquí en Polonia no dan abasto, hace falta que Asturias y toda España acojan ya refugiados. Sé que el Principado ya se está moviendo pero es urgente que empiece ya esa fase porque esto va para largo”, asegura la periodista asturiana, que vio con sus propios ojos cómo “cantidades ingentes de comida acumuladas para atender a los refugiados se han quedado en nada en unos pocos días”.

Atención en la clínica de un centro de refugiados habilitado en la antigua estación de tren de Cracovia. | C. Solares Juan A. Ardura

Covadonga Solares llegó a principios de curso a Cracovia dentro de un programa Erasmus para estudiar Política Europea que le había llevado en los años anteriores a Praga y a La Haya. “En estos años he conocido a mucha gente y muchas de esas personas son de Ucrania. Tengo una muy buena amiga en Kiev y le dije que podía sacarla pero aunque su madre y sus hermanas han salido del país, ella se quedó para luchar con su padre. Me dijo: ‘Covadonga, si no luchamos nosotros por nuestro país, ¿quién va a hacerlo?. Nos mandamos mensajes casi todos los días pero me aterra que en algún momento deje de contestarme”, confiesa la joven gijonesa, que no puede ocultar ni disimular la emoción que le causa pensar en lo que estará pasando su amiga de Kiev. Para volcarse en esta labor, dejó de impartir clases de inglés y sus alumnos han sido algunos de los donantes de los 50.000 euros recaudados hasta la fecha. “Creo que podremos traer más camiones de ayuda”, afirma.

La periodista gijonesa no está sola en esta iniciativa humanitaria. “A través de las redes sociales contacté con una antigua compañera del instituto, Nerea Prado, y rápidamente montó puntos de recogida en institutos y otras dependencias de Langreo, Oviedo, Gijón, Luarca y nuestro primer almacén logístico en la escuela de música L´Ablanu, en Infiesto. Trabanco nos ofreció un primer transporte y el grupo Díaz Carbajosa se ha volcado, primero ofreciendo reunir todo nuestro material en su almacén y luego con el camión en el que también irá todo su material médico. Es increíble todas las sillas de ruedas y material de ortopedia y prótesis que va a enviar el grupo Díaz Carbajosa porque hace mucha falta este tipo de material, que nosotros no teníamos”, cuenta.

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