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Me quedo en el pueblo

Alba Suárez, la valdesana que convirtió una cuadra en una peluquería con vistas a un hórreo en Barcia

La maternidad fue el principal impulso para que esta joven se convirtiese en emprendedora rural: "Internet es fundamental para darse a conocer"

La joven profesional Alba Suárez posa en el interior de su peluquería. Fuera se ve el hórreo familiar. | Ana P. Paredes

Alba Suárez González es una joven peluquera para quien la maternidad fue el principal impulso para convertirse en emprendedora rural y dedicarse a la profesión que siempre quiso en el pueblo de Barcia (Valdés), donde siempre ha vivido.

Alba Suárez, en la recepción de su peluquería en Barcia (Valdés) Ana Paz Paredes

“Yo soy de aquí. Desde pequeña me gustaba esta profesión y tras acabar la ESO me matriculé en Avilés para formarme como peluquera. En aquel momento era verano y como mis padres tenían un bar aquí estuve ayudándolos, pero en cuanto terminó la temporada decidí buscar trabajo y el primero que encontré fue en Villayón. Fue mi abuela, que es de la zona, quien me dijo que andaban buscando una ayudante y para allá fui”, recuerda.

Alba Suárez, en un rincón de su peluquería valdesana. Ana Paz Paredes

Estuvo un tiempo trabajando y cuando quien regentaba la peluquería tuvo que dejarla ella se hizo cargo de la misma. “Fue un año y medio. Cuando supe que estaba embarazada tuve que dejarlo porque media hora para ir y otra para volver me empezaba a pasar factura. Luego nació la niña y durante su primer año me dediqué plenamente a ella y poco tiempo después empecé a madurar la idea de tener algo propio”, explica esta peluquera que vive en Barcia junto a su pareja y su hija en una casa junto a la de sus padres. “En ese tramo de tiempo empecé a trabajar de nuevo, en esta ocasión en Navia, en otra peluquería donde buscaban personal en verano, pero yo ya tenía en mente poner en marcha mi propia peluquería en Barcia”, recuerda. Y apostilla: “Ya me decían mis padres que abriese algo en casa, y al final lo hice”.

Uno de los detalles que decoran las paredes de su peluquería en Barcia. Ana Paz Paredes

Y es que su peluquería, Alba Suárez, abrió sus puertas el pasado 3 de enero tras una obra de rehabilitación de la que fuera la antigua cuadra de las vacas, en la casa de su familia. “Era pequeñina, la amplié un poco; de aquella igual mi abuela tenía tres o cuatro animales”, explica.

El resultado es un local que sorprende por su modernidad, una decoración muy cuidada y unos productos de primera calidad y de última generación que se pueden ver en sus estanterías. Es, en sí, una peluquería rural unisex del siglo XXI donde no falta de nada y donde Alba Suárez ofrece cortes, tratamientos capilares y peinados para todas las edades, además de contar con los servicios de una profesional de la estética y la manicura, una vez o dos al mes.

La peluquera valdesana se refleja en uno de los espejos de su establecimiento. Ana Paz Paredes

“Estoy dándome a conocer, llevo muy poco, pero soy optimista. La gente me conoce por ser del pueblo y trabajar en el bar; ahora trato de que me conozcan como profesional de la peluquería. Aquí va viniendo la gente mayor, prueban, les gusta y se lo dicen a otros. Lo que mejor funciona es el boca a boca, pero también viene gente joven, que buscan un determinado tratamiento, un corte de pelo concreto o lo último en tintes. Yo estoy muy presente en las redes sociales, creo que internet es fundamental para darse a conocer. En mis páginas muestro mis trabajos y lo que ofrezco, y eso a su vez te trae gente que, si les gusta, terminas convirtiendo en clientela fija”, explica.

Alba Suárez en su peluquería en Barcia. Ana Paz Paredes

El hecho de tener la peluquería en la parte baja de la casa familiar le permite la conciliación. “La niña tiene 2 años. Va a la guardería aquí en Villar y así puedo trabajar y atenderla. Al tener negocio propio, si tengo que cerrarlo porque le pase algo, o me necesite, o lo que sea, lo hago con tranquilidad porque ella es lo primero. Ella fue mi principal razón para ser emprendedora rural”, añade Alba.

Alba Suárez, en el hórreo familiar que se puede ver frente a su casa y su peluquería, en Barcia (Valdés) Ana Paz Paredes

“Si no te arriesgas a emprender con ese proyecto que quieres, nunca sabrás si saldrá adelante. Yo recomiendo hacerlo, pero sabiendo dónde lo haces y contando que tengas posibilidades. Esto, por ejemplo, no lo puedes hacer en un pueblo con cinco habitantes y mal comunicado. Barcia es todo lo contrario, no solo está bien comunicado y a cinco minutos de Luarca, sino que cuenta con bastantes vecinos y cada vez están llegando más”, señala esta profesional.

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