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Asturias recibe a otros 60 ucranianos: “Es muy duro dejar tu casa y pensar que no volverás”

Seis hermanos que dejaron a familiares en Sumy, entre los refugiados que llegaron a Sotrondio y Gijón con Expoacción y la Fundación del Sporting

Por la izquierda, Bogdan Horai, con la pequeña Katia en brazos, Tatiana y Nasty, ayer, en la sede de Expoacción, a su llegada a Gijón. Marcos León

Sofia Kapustianska tiene 22 años y es la mayor de nueve hermanos. Ayer, tras una semana de viaje, llegó a Gijón junto a cinco de ellos: Alisa (21 años), Yelyzaveta (15), Mykhail (14), Lilia (12) y Eugeni (9). “Nuestros padres se quedaron en nuestra casa de Sumy con los otros hermanos pequeños porque no podían viajar. No tuvieron la opción”, cuenta Sofia, a la que ahora le toca hacer la labor de madre. “Somos muchos hermanos y ya estamos acostumbrados a cuidarnos unos de otros”, reconoció ayer instantes antes de partir hacia Avilés, donde les espera una familia de acogida para cumplir con sus dos primeros deseos: “Descansar y poder ducharnos”.

Estos seis hermanos integraron una expedición de 21 personas, procedentes de Polonia, que fueron recibidos en Gijón en la sede de Exposición, donde pudieron comer y respirar por fin un ápice de tranquilidad tras varios días de incertidumbre. No fueron los únicos que llegaron a Asturias. A Sotrondio lo hicieron por la tarde 38 ucranianos más en el autobús del Sporting desde Madrid, gracias a la ayuda de la Fundación de Mareo, que les entregó ropa para estos primeros días en la región.

Niñas ucranianas que llegaron ayer a Sotrondio a bordo del autobús oficial del Real Sporting. | RSG

En Gijón, entre los 21 refugiados se encontraba una familia procedente de Kiev. “Nos fuimos de casa hace semanas, a otras ciudades del país, esperando que se pudiese calmar todo”, explica Nasty Horai, una joven de 16 años que ha llegado acompañada de su padre, Bogdan; su madre, Tatiana; y su hermana Katia, un bebé de pocos meses que ha viajado en brazos de su padre. “No sabemos lo que va a pasar ahora”, lamenta Nasty, que rememora lo difícil que supuso para ellos dejar todo atrás. “Es un momento muy complicado salir de casa y pensar que no vas a volver nunca pero sentimos mucho miedo, por eso tomamos la decisión”, cuenta antes de añadir a continuación: “Nuestra intención es volver algún día a Kiev, mantenemos la ilusión”.

Los ucranianos que llegaron ayer a Gijón fueron alojados bien en pisos que les puso a disposición Expoacción o con familias, como una pareja que se acercó a la sede para mostrar su colaboración: “Pueden quedarse con nosotros el tiempo que haga falta”.

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