La madera es una materia prima esencial para la sociedad. Nos rodeamos a diario de innumerables productos y materiales elaborados a partir de madera, y la tendencia es claramente al alza. Su protagonismo se verá aumentado en un futuro muy próximo gracias a sus cualidades naturales y sostenibles, y su capacidad para sustituir a otros materiales, como los plásticos, en infinidad de aplicaciones.

Desde la construcción al papel, pasando por embalajes de todo tipo, decoración, automoción o alimentación, la madera ya adquiere un nuevo protagonismo en la bioeconomía. Es de origen natural, renovable, y los productos que con ella se elaboran son reciclables y biodegradables, además de contar con una menor huella ambiental.

En su compromiso por impulsar la bioeconomía en Asturias, Ence, como empresa líder en Europa en la producción de celulosa de eucalipto y referente en energía renovable, impulsa una gestión forestal responsable y sostenible, manteniendo el equilibrio entre sus tres vertientes: medioambiental, económica y social. Una gestión forestal estrechamente ligada al desarrollo y a la generación de actividad en el medio rural asturiano.

Zona verde del Principado Cedida a LNE

Ence es el principal gestor forestal privado de España, con más de 65.000 hectáreas de superficie forestal gestionada en la Península, repartidas entre el sur y el noroeste de España. Para proteger sus valores ambientales y asegurar la sostenibilidad de las plantaciones, la compañía aplica y promueve la certificación forestal sostenible mediante esquemas internacionalmente reconocidos. Estos sellos constituyen una valiosa herramienta que demuestra la responsabilidad a la hora de gestionar las superficies forestales.

Un compromiso que Ence extiende más allá, también al resto de propietarios y gestores forestales, con el objetivo de ser una referencia del sector, compartiendo su experiencia y conocimiento. La compañía trabaja así en la extensión de su modelo de gestión forestal, la certificación y otras políticas de sostenibilidad para promover la profesionalización, la competitividad y la sostenibilidad a largo plazo de un sector llamado a ser clave en la transición hacia la bioeconomía.

La actividad de Ence también genera valor para el sector ofreciendo soluciones sostenibles para la gestión de restos vegetales y creando riqueza y puestos de trabajo en la industria del aprovechamiento y transporte de la biomasa, que valoriza en las biofábricas para generar energía renovable, con la que contribuye a descarbonizar el sistema eléctrico.

La gestión forestal sostenible que impulsa Ence implica más beneficios para el medio natural y la sociedad que en él habita. La gestión responsable de las masas forestales, con la atención que requieren, contribuye a reducir el riesgo de incendios, muy asociado al abandono. Además, a través de esta gestión sostenible se preserva la biodiversidad en los entornos naturales, tanto de la fauna como de la flora, y se favorece, a través de la captura de dióxido de carbono por parte de los árboles, a la lucha contra el cambio climático.

Una trabajadora de Ence realizando labores en un bosque. Cedida a LNE

En el plano económico y social, gracias al desarrollo de su actividad, Ence actúa como motor de la cadena que parte del monte y enlaza eslabones hacia la sociedad en su conjunto, aplicando las mejores prácticas de gestión en su patrimonio y extendiéndolas al resto del sector. De esta manera, genera igualmente valor para propietarios, empresas de aprovechamiento y transportistas a través de sus compras de madera.

Los datos consolidan el compromiso de Ence con el sector forestal. En 2021 se han movilizado más de 3 millones de metros cúbicos de madera para las biofábricas de Navia y Pontevedra. Una adquisición muy repartida: la compañía genera valor en el sector de forma muy capilarizada, ya que trabaja mayoritariamente con pequeños propietarios (un 96% del total de estos) y pequeños suministradores (un 54% del total de estos).

En conjunto, en 2021 Ence ha destinado más de 226 millones a compras forestales, de los cuales el 80% se corresponden a compras a suministradores y propietarios forestales y el 20% restante a las contratas forestales y empresas transportistas de madera.