Justo cuando cumple 40 años de andadura, el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA) celebrará las primeras elecciones para configurar su junta directiva. De no cambiar las cosas, lo previsible es que los afiliados tengan que acudir a las urnas el próximo 17 de mayo y que hayan de elegir entre al menos dos listas en las que figuran cuatro cargos: presidente, vicepresidente, secretario general y tesorero.

Hasta la fecha, todas las renovaciones del cuadro directivo se habían llevado a cabo mediante un consenso que cristalizaba en una candidatura única. Por eso los procesos electorales no solían alcanzar trascendencia pública y por eso las urnas del SIMPA están sin estrenar después de cuatro décadas. En esta ocasión, la jubilación del secretario general, Antonio Matador, ha desembocado en un desencuentro para darle relevo. El desacuerdo estuvo larvado durante semanas, pero en una reunión celebrada anteayer, martes, el choque subió varios enteros y la organización quedó abocada a un proceso electoral que culminará el 17 de mayo si antes no se reconduce la situación.

En el SIMPA, los tradicionales repartos de roles otorgan al secretario general el poder ejecutivo y al presidente un papel más de representación. Los integrantes de las candidaturas son aún una incógnita. Lo que sí está claro es que una de ellas llevara como aspirante a secretario general a José Antonio Vidal, actual presidente de la sección de Atención Especializada del sindicato y neurólogo del Hospital San Agustín de Avilés.

En la otra lista se da por segura la presencia de Rocío Isabel Fernández como candidata a secretaria general. Médica de la UVI móvil de Arriondas, la doctora Fernández era hasta la fecha secretaria de la sección de Atención Especializada, es decir, colaboradora inmediata del doctor Vidal.