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Asturias dice adiós a las cuarentenas y estrena estrategia contra el covid: estos son los cambios

El Principado, que cumple los dos requisitos exigidos por el Ministerio de Sanidad, eliminará los aislamientos de los casos leves y asintomáticos

La lucha contra la pandemia del coronavirus vivirá desde mañana lunes un nuevo escenario en Asturias: se eliminarán las cuarentenas para casos leves y asintomáticos y se centrará la vigilancia en mayores de 60 años, enfermos inmunodeprimidos, mujeres embarazadas y casos graves. Estas dos novedades suponen en la práctica un avance hacia la "gripalización" del covid, por muy denostado que esté el término en los últimos tiempos. Además, desde el día 1 de abril, se permitirá la venta y el consumo de bebida y comida en los recintos deportivos, que tendrán en adelante un aforo del cien por cien tanto en exteriores como en interiores. Un paso más hacia lo que antes de marzo de 2020 conocíamos como "la normalidad".

El fin de las cuarentenas

La Comisión de Salud Pública dio luz verde esta semana a la nueva estrategia que normaliza el covid. Para ello, se eliminarán los aislamientos de los casos leves y asintomáticos, las cuarentenas de sus contactos y se terminará realización de pruebas con carácter general. Se les recomendará, eso sí, aplicar medidas preventivas, como la utilización de mascarilla en todos los ámbitos y evitar contacto con personas vulnerables.

Los directores generales de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y de las comunidades justifican estos cambios en que los altos niveles de inmunidad -el 92,3% de los mayores de 12 años han completado la pauta y más del 91% de los mayores de 60 tienen la dosis de refuerzo- han determinado un cambio en la epidemiología del covid que permite una transición hacia una estrategia diferente, focalizada en personas y ámbitos vulnerables y casos graves.

Indicadores de utilización de servicios asistenciales

Datos a 24.03.2022

Ocupación en UCI Riesgo bajo: menos del 10%

3.86%

Ocupación en planta Riesgo bajo: menos del 5%

3.83%

Esta nueva estrategia entrará en vigor siempre y cuando los indicadores de utilización de servicios asistenciales se encuentren en nivel de riesgo bajo, es decir, que las camas ordinarias de los hospitales no estén al más del 5% de su capacidad con pacientes covid y las ucis no superen el 10% con estos enfermos.

Asturias cumple estos requisitos, al menos por el momento. Según los últimos datos de la Consejería de Salud, ayer estaban ingresadas por covid en los hospitales de la región 134 personas: 123 en planta (3,83 por ciento de ocupación) y 11 en UCI (3,86 por ciento). Unos datos que evidencian un leve aumento de los ingresados en planta y un pronunciado descenso de hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos estos días.

La nueva estrategia

La nueva estrategia de control de la pandemia se centrará en unos 350.000 asturianos entre el millón y poco de personas que residen en la región. Este 35 por ciento de la población que, a partir del próximo lunes, estará sometido a vigilancia, está configurado por todos los mayores de 60 años, los enfermos inmunodeprimidos, las mujeres embarazadas y los casos graves.

Como norma general, a la población no vulnerable no se le harán pruebas PCR para confirmar los síntomas. Además, los casos confirmados leves y asintomáticos no requerirán aislamientos y deberán seguir las siguiente recomendaciones preventivas: reducir todo lo posible las interacciones sociales, usar la mascarilla de forma constante, evitar el contacto con población vulnerable y mantener una adecuada higiene de manos durante los 10 días posteriores al inicio de los síntomas. La Consejería de Salud recomienda a las empresas que, en este tipo de situaciones, “faciliten que sus empleados puedan teletrabajar”. Las decisiones sobre las bajas laborales continuarán correspondiendo a los médicos de la red de Atención Primaria.

Los centros sanitarios asistenciales o sociosanitarios podrán implementar medidas específicas de aislamiento y control. La estrategia mantiene un aislamiento en residencias de cinco días, que se levantará si el quinto transcurre sin sintomatología, aunque los trabajadores deberán tener además una prueba de antígenos negativa. Lo mismo se aplica a los pacientes hospitalizados: también tendrán que aislarse cinco días y obtener un test negativo.

La nueva forma de controlar la pandemia estará vigente mientras no se produzca “un cambio significativo” en la tendencia que apunte a una circulación no controlada o un cambio en la situación epidemiológica que requiera restaurar medidas de vigilancia y control a propuesta de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta. La idea es que se prolongue hasta que se implemente del todo el sistema centinela de vigilancia de infecciones respiratorias agudas similar al de la gripe. Tal y como se comprometieron la ministra Carolina Darias y los consejeros hace un par de semanas en la llamada “declaración de Zaragoza”, se pondrá en marcha antes del primer trimestre de 2023.

Fin de las restricciones en el deporte

El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud acordó el pasado miércoles permitir la venta y el consumo de bebida y comida en los recintos deportivos, que tendrán en adelante un aforo del cien por cien tanto en exteriores como en interiores.

Desde el próximo 1 de abril, el aforo será el máximo y se permitirá tanto el consumo como la venta de alimentos y bebidas en recintos deportivos siempre que se garantice que no se produzcan aglomeraciones en los puestos de venta. También podrán venderse los productos de forma itinerante.

La curva no subirá mucho salvo que surja una nueva variante, auguran los expertos


“Necesitamos que se defina bien y se estabilice el modelo de vigilancia epidemiológica. De lo contrario, corremos el riesgo de perder la pista a la evolución de la pandemia”, explicó esta semana Pedro Arcos, profesor de la Universidad de Oviedo especializado en medicina preventiva y epidemiología de emergencias y desastres, en relación al nuevo sistema de seguimiento del covid-19. El experto coincide con las auoridades sanitarias en que “lo que nos interesa esa identificar infectados con algún síntoma y enfermos graves”.

El profesor Arcos entiende que el aumento de casos registrado en las tres últimas semanas “es lo esperable, porque estamos de vuelta a la normalidad y hay muchas reinfecciones con ómicron”. A juicio del experto asturiano, “está claro que en el momento actual tenemos un infradiagnóstico y que no sabemos qué parte del número real representa la cifra de casos detectados”. Pedro Arcos considera que, salvo que aparezca una variante nueva del virus, “no es previsible que la curva suba mucho porque la población susceptible es cada vez menor y al virus se le acaba el hueco”.

Daniel López Acuña, ex alto directivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que los repuntes de la curva epidémica “está dándose también en otros países europeos y asiáticos”. Y añade: “Lo más probable es que no sea una ola de la magnitud ni de la severidad de la sexta onda o de las anteriores, pero no debemos subestimar su impacto y su potencial explosivo si está dominada por variantes altamente contagiosas”. López Acuña advierte de que, “aunque la gente tiende a pensar que tendrá poco impacto sanitario y mayor impacto laboral, no tenemos ninguna certeza de que vaya a ser así”.

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