Luis Feito, director de la banda de gaitas “La reina del Truébano”, de Navia, fue incapaz de contener el llanto cuando vio el vídeo de sus colegas de la Escuela Barvinok, de la ciudad ucraniana de Vínnytsia , interpretando el “Asturias, patria querida”. Él mismo les había pasado la partitura y les había pedido que, si tenían alguna posibilidad, lo hicieran para motivar un poco más a la gente a colaborar en la campaña que están realizando para recoger fondos y enviarlos a una ciudad que ya ha sido arrasada por las bombas tras la invasión rusa. “Les pedí que mandaran un vídeo, pensando que quizás alguno pudiera grabarse con un móvil, y cuando lo abrí y estaban todos vestidos con el traje tradicional me eché a llorar”, explica el director.

Las dos bandas, la asturiana y la ucraniana, se conocen de coincidir en varias ocasiones en festivales en Francia. A Luis Feito le dejó tocado enterarse de que estaban bombardeando su ciudad: “Me llamó un representante para ir a un festival a Normandía y me dijo que nuestros amigos de Barvinok no iban a poder venir porque estaban bombardeando su ciudad”. Eso le removió por dentro y se decidió primero a hacer un concierto en la Escuela de Música de Navia y a abrir un número de cuenta (ES8821004802122200126190) a modo de fila cero para que todos los interesados puedan colaborar y echar una mano a esta escuela de música. “Nosotros podríamos ser ellos”, dice.

El drama que están viviendo en esta escuela hace que sea aún más sorprendente la calidad de la interpretación y que tenga más mérito: “Estaba formada por 400 personas y 200 se fueron ya a Estados Unidos, otros se fueron a otras zonas menos conflictivas, los que son mayores están en el frente y quedan unos 20 ó 25 en la escuela”, explica Feito. Un vídeo en el que, además, los jóvenes integrantes de la escuela dan las gracias a Asturias y a España por estar echándoles una mano en una situación tan dura como la actual. “Hola a todos nuestros amigos españoles”, comienza uno de los músicos, al que otro sigue dando las gracias por el “apoyo”.

Con una sonrisa, antes de que los instrumentos de la música tradicional ucraniana comiencen a sonar, otro niño asegura que “Ucrania va a ganar”, otro continúa diciendo “gloria a España”, otro sigue con un “gloria a Ucrania” y otro concluye “gloria a los héroes”. Lo siguiente que se escucha son, con unos instrumentos poco comunes, los acordes de un “Asturias, patria querida” que llega de una escuela de música del Este de Europa que las bombas no han podido silenciar. Música celestial en mitad de los bombardeos.