La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La “España vaciada” se diagnostica apuntando a las administraciones y la burocracia como lastres

Una encuesta en 39 provincias identifica en los bancos el servicio que más ha retrocedido en el medio rural y suspende el plan del Gobierno

Manifestación por la "España vaciada" en Madrid , el 31 de marzo de 2019.

Ahora la España olvidada suena. Está despertando. La presencia mediática y la concienciación sobre el despoblamiento emergen como el logro más evidente de los tres años que han transcurrido desde que la “Revuelta de la España vaciada” dio estruendosas señales de vida alzando la voz en Madrid. Hoy se cumple su tercer aniversario, y casi coincide con la gran manifestación que hace diez días, en el mismo sitio y con muchos asistentes coincidentes, clamó en la capital de España por un futuro digno para el campo. Ahora se les oye, sí, pero del heterogéneo grupo de habitantes de la España despoblada que han sido encuestados para saber cómo va todo –alcaldes, “líderes sociales”, emprendedores y representantes de colectivos sociales diversos– sólo el quince por ciento afirma que ahora “estamos mejor”.

Algo más de un tercio identifica “mínimos avances” insuficientes y la mitad restante se reparte entre “igual” o “peor”. A la pregunta abierta que pide razones, es significativa la mayoría en la que seis de cada diez apuntan a la “descoordinación entre las administraciones”, o la del mismo 58 por ciento que mira hacia la lentitud burocrática y a las dificultades de las telecomunicaciones y la brecha digital. Algo más de la mitad habla de dinero, de la “falta de financiación” y dos de cada tres no perciben en los planes del Gobierno central “una estrategia global efectiva frente al reto demográfico”.

La radiografía la acaba de interpretar en esos términos la cátedra de Despoblación y Reto Demográfico de la entidad formativa Next Educación, que ayer presentó en el Senado las conclusiones de su estudio sobre la “Evolución de la percepción de los avances en la España despoblada desde el 31 de marzo de 2019”, la fecha de la gran manifestación en Madrid. Han entrevistado en 39 provincias, entre ellas Asturias, a 323 personas, “entidades y personalidades destacadas por su actividad en la recuperación del medio rural” y han incorporado en la edición de este año un panel de jóvenes y otro de emprendedores rurales.

Tres cuartas partes señalan como logro principal la “mayor presencia mediática del problema”, pero también hay un 57 por ciento que menciona el acceso a la política y la presencia en los parlamentos que se han ganado las plataformas de la “España vaciada” –Teruel Existe en el Congreso, Soria ya en las Cortes de Castilla y León…–. “Ojo con ese 57 por ciento”, advirtió ayer el periodista Manuel Campo Vidal, presidente de Next Educación. Dice también su balance que ahora “estamos en la agenda mediática y en la política, y eso es positivo, pero hay expectativas a las que conviene responder con realidades”.

La mención recurrente de la burocracia enlaza directamente con la oportunidad de los fondos europeos de recuperación, abrumadoramente percibidos como una opción de futuro, pero necesitados de auxilio y engrase legislativo.

“Hay cosas que no se aprovechan, fondos que no se llegan a solicitar, que no se piden o se piden mal”, sigue Campo, incidiendo por ejemplo en la demanda universal de una mejora en las telecomunicaciones del mundo rural, porque a lo mejor aquí la solución existe y hasta viene del cielo. Sólo hay que saber mirar. “En lugar de esperar años a ver si llega la fibra a un pueblo, España tiene la inmensa suerte de tener un satélite y a lo mejor se aprovecha poco…” Los satélites, esto lo recuerda Jordi Hereu, presidente de Hispasat, en el estudio que acompaña a los resultados de la encuesta, “pueden enviar y recibir datos para garantizar ya un acceso a internet de calidad” y el Gobierno ha incluido la industria espacial en sus planes “Next Generation”… Casi todo, sabiendo mirar, acaba estando conectado.

El estado de la cuestión se resume en la sensación de que “estamos en el buen camino”, vuelve Campo. “Hay una gran experiencia y mucho valor en el mundo rural, pero necesita respuestas más rápidas”, “una lupa rural” y menos “mentalidad urbana” en una legislación demasiado concebida a veces desde el “confort” de la gran ciudad. El secretario general para el Reto Demográfico, Francesc Boya, asintió ayer, durante la presentación del estudio, a la necesidad de que todos estos “dejen de ser territorios granero para ser territorios de oportunidad. Eso exige cambiar la mirada del mundo urbano, de las empresas y las instituciones, y construir un relato nuevo”.

Para enseñar caminos, esta encuesta trae el autodiagnóstico de los territorios. Hay tres cuartas partes en la muestra (un 77,1 por ciento) que piensan que la entidad bancaria es el servicio básico que más ha retrocedido en su entorno y bastantes más de la mitad –casi un sesenta por ciento–, observan que la falta de apoyo de la Administración emerge como la principal dificultad para sacar adelante una empresa en el mundo rural, incluso por encima de la conectividad, que menciona un 55,4 por ciento.

Hay una visión ambivalente de lo que ha cambiado todo con la pandemia. Dos de cada tres consultados consideran que a raíz de la crisis y el confinamiento el medio rural sí se ha percibido “como una oportunidad para un mayor bienestar frente a los riesgos vividos en las ciudades”, pero este resultado es once puntos inferior al de la misma encuesta de hace un año y tres de cada cuatro encuestados consideran a renglón seguido que las personas que se trasladaron a vivir al campo por el covid han terminado regresando a la ciudad.

De los distintos paneles en los que se subdivide la empresa, es significativo que los más críticos sean los de los jóvenes y los emprendedores...

Compartir el artículo

stats