La Asociación para la Promoción de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Miel de Asturias ha echado a andar los estatutos, elaborados con la Consejería de Desarrollo Rural. Es el primer paso para constituir el consejo regulador del sello de calidad, muy ansiado por los productores de miel en el Principado.

Una vez que esté en marcha el consejo regulador comenzará el proceso de registro de operadores que quieren certificar sus productos. El consejero, Alejandro Calvo, y la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Begoña López, se reunieron esta semana con representantes de la asociación para concretar los trámites. El Gobierno de Asturias dedica 80.300 euros en los presupuestos de este año al consejo regulador para la gestión de la IGP, de los que 55.000 son para el control y certificación y 25.300 para promocionar la marca.

Fue el pasado febrero cuando se autorizó la IGP Miel de Asturias, un sello de calidad que ya puede figurar en el etiquetado de los productos que hagan los apicultores adscritos. El proceso de certificación de la IGP continúa en las instituciones europeas, pues la Comisión debe incluirlo en el registro, último paso del proceso. De momento, la miel ya figura en el listado de Alimentos del Paraíso.