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Empleados de Asturpharma en el juicio por fraude: “No pusieron un duro, pero cobraban 30.000 al mes”

Uno de los consejeros delegados acusados denunció en los 90 las comisiones del AVE

Los antiguos propietarios de Asturpharma, en el centro, flanqueados por sus abogados. | Luis Vega

El juicio por falsedad mercantil, falsedad de cuentas e insolvencia punible en concurso fraudulento en la compraventa de la empresa Asturpharma continuó este jueves en la sección tercera de la Audiencia contra los tres acusados que no se han conformado con la pena solicitada por el fiscal: los dos compradores de la empresa, J. M. A. y J. A. del P., y el abogado F. G. C., también consejero delegado de la empresa. Los dos primeros –que pagaron por la empresa dos euros, después de que entrase en crisis– se enfrentan a seis años de cárcel cada uno, el tercero a cinco años. En la vista de ayer declararon uno de los asesores económicos de Asturpharma, la auditora de las cuentas de 2008 y dos exempleados de la empresa, el director de la fábrica, J. R. F. G., y la exjefa de contabilidad, E. H. V., quien se mostró muy clara sobre lo ocurrido: “Los nuevos dueños no pusieron ningún euro en ningún momento. Se comprometieron con los administradores concursales, pero no pusieron dinero, ni desarrollaron ningún proyecto”, indicó, para luego añadir que los dos propietarios “cobraban 30.000 euros al mes”.

Tanto la exjefa de contabilidad como el director de la fábrica –despedido sin explicación alguna el primer día que acudieron los nuevos dueños a la empresa– coincidieron en que los consejeros delegados “no tenían experiencia en el sector”. “Se comprometieron varias veces con la plantilla a hacer inversiones, pero las bloquearon”, añadió la exjefa de contabilidad. Nada más llegar a la fábrica, “despidieron al director y exigieron una reducción salarial a cambio de inversiones”. Al parecer, buscaban a alguien que pusiese el dinero, pero no ellos. E incumplieron las órdenes de la administración concursal, a la que impedían acceder a determinados departamentos, de no contratar a más asesores.

La situación es conocida. Una empresa que no tenía grandes problemas económicos terminó en quiebra, lo que encendió los ánimos de los empleados, que llegaron a retener a uno de los consejeros delegados sentados en el banquillo, J. M. A., que tiene un pasado interesante. Exmarido de una exsecretaria del presidente Felipe González, en 1995 y 1996 denunció las supuestas comisiones pagadas a los socialistas por la empresa alemana Siemens para la adjudicación de las obras del AVE. El juicio finaliza este viernes con los informes finales de las partes.

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