En el Gobierno de Asturias "saludamos el real decreto" que retira la obligatoriedad de usar mascarilla en casi todos los interiores, pero recomienda mantener la protección porque ante la situación de la epidemia en la región "no podíamos mirar para otro lado". La consejera portavoz del Ejecutivo autonómico, Melania Álvarez, argumenta la recomendación anunciada por el Gobierno este miércoles, el mismo día de la entrada en vigor de la norma nacional, invocando principios de "prudencia, responsabilidad y sentido común", tras haber entrado la comunidad en riesgo alto por los indicadores de ocupación hospitalaria, una medida que confía en que se prologue durante "pocos días o semanas". El Principado ampliará, además, la realización de pruebas diagnósticas para detectar el covid-19 en personas menores de 60 años a partir del criterio de los médicos que los atiendan, una posibilidad hasta ahora restringida a los mayores de esa edad, pacientes inmunodeprimidos y personal sanitario y de residencias.

Álvarez ha apelado esta mañana "a la prudencia y a la responsabilidad" y ha perseverado en que "la situación aconseja que extrememos medidas. Esperemos que sea pocos los días o semanas las que tengamos que mantener la recomendación", ha dicho tras señalar que un incremento en el número de ingresos hospitalarios tendría repercusión sobre la actividad sanitaria. Ha subrayado además la importancia de mantener la pandemia bajo control para que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) pueda seguir manteniendo la actividad quirúrgica en todos los centros de la comunidad. A la pregunta de si sería conveniente dejar cierta libertad a los gobiernos regionales para tomar sus propias decisiones respecto al uso de la mascarilla, la portavoz ha dicho mantener el criterio de toda la pandemia para que las medidas se adopten de manera "coordinada" entre Gobierno y comunidades autónomas.