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La regresiva tendencia demográfica asturiana

La caída de la población en Asturias se acerca a los niveles de los años de la crisis

El descenso de 2021 es el cuarto más acusado desde los noventa l La curva de evolución se mueve de forma casi simétrica a la española

El retroceso de la población asturiana, tal y como queda retratado en la última revisión del padrón, ha devuelto a la región a los preocupantes niveles de caída asociados a la crisis económica de 2008, los más abultados de las tres últimas décadas. El descenso atribuido a 2021, casi 7.300 habitantes menos, un 0,72 por ciento, se aproxima a los topes históricos de más del 0,8 que Asturias sólo rozó entre los inicios y los años centrales de la pasada década, llevada por la ola recesiva de la crisis. En aquellos momentos de zozobra colectiva quedó registrada la caída más pronunciada en un solo año, 2014, con un 0,86 por ciento y más de 9.000 habitantes menos. En sólo dos años más, el que le precedió y el siguiente, superó Asturias esa barrera del 0,8 a la que se ha acercado ahora más que nunca.

La actualización de 2021, a la luz de los datos todavía provisionales que el pasado jueves actualizó el Instituto Nacional de Estadística, resta a la región 7.293 personas y cocina el cuarto descalabro más voluminoso en un año desde los noventa. Es también el retorno al entorno de unos niveles de descenso desconocidos desde que el colapso de la economía erosionó también el censo.

Al moverse por su pantanoso terreno demográfico, hace tiempo que Asturias se ha acostumbrado a conformarse con no perder demasiado, pero últimamente la pendiente de su caída ha vuelto a aumentar. El tiempo dirá si el mordisco que se llevó el censo asturiano el año pasado es simplemente coyuntural o marca una nueva tendencia, pero la estadística vuelve a constatar dos años consecutivos de incremento en el volumen de la caída después de cinco seguidos de moderación de la pendiente. Es una suerte de tímida tendencia al retorno de los niveles de caída que sufría la población asturiana cuando se le presentaron los efectos, con unos años de carencia, de la gran recesión de este siglo. Son también los años en los que empieza a descender el número de extranjeros residentes en la región –desde el tope de 51.000 que marca 2012– y los del inicio del último gran desplome del recuento anual de nacimientos. Esa correlación podría dar aliento al axioma que esta semana repetía el geógrafo Rafael Puyol citando al demógrafo italiano Massimo Livi Bacci, que “la mejor política natalista es el mercado laboral”.

De acuerdo con el análisis que han efectuado los investigadores del Observatorio del Territorio de la Universidad de Oviedo, el volumen total de la población asturiana únicamente ha registrado tímidos repuntes en los siete años consecutivos que van de 2003 a 2009, en la hinchazón de la bonanza económica de los primeros ejercicios de este siglo. Antes y después, todo han sido retrocesos. De distinta magnitud, ninguno tan pronunciado como los de los años centrales de la pasada década.

Asturias involuciona mientras España crece. Pero de algún modo se percibe una cierta correlación en el comportamiento de las curvas que resumen las variaciones demográficas del Principado y del conjunto del país, de forma que se diría que ésta arrastra a aquélla, que ambas funcionan en paralelo, o que se percibe una cierta concordancia entre los momentos en los que España sube su ritmo de incremento y aquellos en los que Asturias suaviza su caída. Son más o menos los mismos. Desde los noventa hasta hoy, el censo nacional ha progresado en casi todos los años salvo, otra vez, en los cuatro marcados por la crisis que van de 2012 a 2015, cuatro únicos declives que coinciden casi exactamente con los ejercicios en los que Asturias encontró su tope de decrecimiento. De acuerdo con la misma tendencia, 2007 es el mejor año de crecimiento para las dos; España tiene el peor declive en 2013 (un 0,46 por ciento) y Asturias, en 2014 (un 0,86).

En los últimos treinta años, más o menos pasaba casi siempre que cuando España ganaba más población, Asturias perdía menos, y viceversa. Hasta ahora. En el recuento de 2020, el año de la eclosión de la pandemia, el bajón de España es sensiblemente mayor que el asturiano –el país pasa de crecer al 0,8 a hacerlo al 0,1; la región de perder un 0,32 a un 0,6– y los datos provisionales de 2021 se comportan a la inversa: la nación se estabiliza en el progreso del 0,1 y el Principado vuelve a empeorar hasta pasar por encima del 0,7. Son, en todo caso, márgenes muy pequeños y pendientes de confirmar al cierre de los próximos ejercicios.

Barbón aboga por aplicar “políticas demográficas intensivas los próximos quince o veinte años”

El presidente del Principado, Adrián Barbón, asume lo que adelanta la estadística, que en algún momento de este año Asturias rebajará la barrera psicológica del millón de habitantes, pero avanza que “si lo hacemos bien, y aplicamos políticas demográficas intensivas durante los próximos quince o veinte años, podremos revertir la situación”. La propuesta nace de su advertencia respecto a las medidas de impulso de la población, que “no dan resultado de un año para otro, sino que necesitan en torno a quince años para que se vean sus efectos reales”, y se acompaña de un vistazo al entorno geográfico inmediato. “No sólo es Asturias”, apunta. “El Noroeste español –Castilla y León o Galicia– sigue un patrón muy similar. El pasado año, la población española quedó estancada, con un 0,1 por ciento de crecimiento” y “la misma Comunidad de Madrid perdió el pasado año población. Toda Europa envejece”. Habla Barbón después de la divulgación de la estadística europea que sitúa la tendencia de Asturias en camino hacia la población más envejecida y menos sostenible del continente en dos décadas y no pierde la ocasión de volver a recordar dónde está lo más grave del problema –“el número de muertes triplica al de nacimientos”– ni las medidas adoptadas por su Gobierno, “deducciones en las zonas en riesgo de despoblación, deducciones para retener y atraer talento o, este mismo año, ayudas directas por nacimiento”.

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