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La alergia juvenil a fruta y vegetales gana terreno a las de leche, huevo y pescado

“Los niños asmáticos pueden hacer deporte y vida normal, salvo que sufran una exacerbación del proceso”, señala el doctor Porfirio Fernández

De izquierda a derecha, Ana María Martínez-Cañavate Burgos, Porfirio Fernández González y María Mesa del Castillo Payá, ayer, en el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo. | Luisma Murias

Las alergias infantiles y juveniles a frutas y vegetales están en auge, y su presencia en las consultas de los pediatras ya es notablemente muy superior a las de las alergias a las proteínas animales (leche, huevo, pescado...). Así lo pusieron ayer de relieve los médicos que participan en el 46º Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), que se celebra en Oviedo.

“Desde hace aproximadamente una década se observa un cambio de tendencia, con un aumento claro del síndrome LTP (alergia alimentaria a vegetales), sobre todo en las edades adolescentes”, explicó María Mesa del Castillo Payá, vicepresidenta de la SEICAP. Las siglas LTP aluden a la proteína transportadora de lípidos, que se localiza en la piel de frutas y vegetales. Según la doctora Mesa, se manejan diversas teorías explicativas de este fenómeno, entre ellas las que asocian este aumento a los nuevos métodos de cosecha, de conservación en cámaras, etcétera.

La 46º reunión de la SEICAP congrega, desde ayer y hasta mañana, en el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo, a medio millar de pediatras de todo el país, especializados o interesados en alergias. El presidente del comité organizador es Porfirio Fernández González, alergopediatra del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), quien destaca que el asma no debe impedir a los niños y adolescentes que lo padecen desarrollar una vida normal: “Pueden hacerla, salvo que la enfermedad no esté controlada o sufran una exacerbación del proceso. Si no pueden hacer deporte o vida normal, algo está fallando en el niño, su familia o el pediatra que lo lleva”.

Una de las sesiones del congreso de la SEICAP. | Luisma Murias

De manera global, según los pediatras, entre el 12 y el 16 por ciento de los menores de 16 años presentan algún tipo de alergia. Si se contabilizan las rinoconjuntivitis, la prevalencia alcanza el 25 por ciento. “No sabemos hasta qué punto crece la patología o es que ahora se demanda atención de problemas que antes no se consultaban”, precisa Porfirio Fernández.

¿Ha tenido alguna incidencia la pandemia de covid-19 sobre las alergias de los niños? “Es posible que el uso de las mascarillas haya tenido influencia en los procesos infecciosos, pero no en los alérgicos”, indica Ana María Martínez-Cañavate Burgos, presidenta de la SEICAP. Y añade: “Lo que está claro es que, durante la pandemia, los niños asmáticos han estado mejor, por el uso de las mascarillas y porque ha habido menos infecciones víricas”. Este es el motivo de que la sociedad de alergólogos pediátricos haya recomendado que, durante las fases polínicas fuertes, no se retire la mascarilla en el exterior a los niños asmáticos con alergia al polen. “Estas recomendaciones ya se hacían antes, pero la mascarilla no era aceptada por los niños; ahora será tolerada con más facilidad”, destacan los especialistas.

Ana María Martínez-Cañavate destaca las ventajas de que congresos médicos, como el de la SEICAP, vuelvan a ser presenciales, después de dos años de virtualidad a causa del covid. “El tú a tú y el contacto directo de las personas ayuda mucho a proyectos de investigación, consultar dudas, comentar casos clínicos”, enfatiza la presidenta de la sociedad.

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