La renuncia al adelanto de la cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus para los mayores de ochenta años no arredra al Principado. Una vez que el Gobierno estatal y las comunidades autónomas descartaron este jueves en la Comisión de Salud Pública la administración inmediata del segundo refuerzo que demandaba Asturias, la alternativa es la insistencia. “Desde Asturias seguimos explicando el criterio que nos lleva a proponer la necesidad de avanzar en ese adelanto”, ha dicho esta mañana la consejera, “y en la próxima reunión de la ponencia técnica de vacunas insistiremos en esta posición, que no ha cambiado”.

Asturias, con el respaldo de otras autonomías como Andalucía, Galicia y Murcia, expone la alta incidencia que la difusión del virus ha alcanzado entre su población mayor para cimentar su defensa de la urgencia de la inmunización, pero hasta ahora sin eco. Hasta ahora, se ha impuesto el criterio de otras comunidades que prefieren hacer coincidir el pinchazo de la cuarta dosis a los mayores de ochenta con la campaña de vacunación contra la gripe. Entre otros argumentos, se considera más idóneo aplicar la vacuna entre el otoño y el invierno, en el momento en el que ese sector de la población sufre mayor impacto de los virus respiratorios. De acuerdo con esta visión, se considera que si se adelantase la inmunización habría que administrar otra dosis antes de final de año.

El propósito de Asturias era tener inmunizados con el segundo refuerzo de la vacuna a los mayores de ochenta años y a todas las personas que viven en centros residenciales a lo largo de este mes de mayo.