Uno de los tesoros de Cangas de Onís, compartido con el vecino concejo de Onís, es el queso gamonéu, amparado por una Denominación de Origen europea. A medida que este manjar crece en popularidad, aumentan las amenazas que se ciernen sobre él, concretadas en dos aspectos: el futuro del pastoreo y de la propia ganadería en el área de la Montaña de Covadonga y los Picos de Europa. Para analizar el problema y buscar soluciones que faciliten la supervivencia del queso, LA NUEVA ESPAÑA celebra mañana, a las 19.00 horas, en el salón de actos del Ayuntamiento de Cangas de Onís, un Conceyu Abiertu, con acceso libre hasta completar aforo. “El queso gamonéu, en lo más alto y pendiente del pastoreo” es el título de la mesa redonda a la que acudirán José Manuel González Castro, alcalde de Cangas de Onís; Graciela Valle Fernández, presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DOP) Queso Gamonéu; José Antonio García Álvarez, “Toño el de Mestas”, regidor de pastos de la Montaña de Covadonga desde hace casi veinte años; y Saúl Pascual Asprón, presidente de la Asociación de Empresarios de la Comarca de los Picos de Europa-Incatur. Todos ellos destacan el potencial de un queso que se elabora a partir de una especial mezcla de tres tipos de leches (vaca, cabra y oveja), y que constituye también uno de los grandes reclamos del turismo gastronómico en la zona. “La defensa del gamonéu es prioritaria”, asegura el alcalde de Cangas de Onís. “Los productores necesitamos facilidades para realizar nuestro trabajo”, indica Graciela Valle. José Antonio García tiene claro que “donde hay ganadería no puede haber lobos”. El gamonéu en sus dos variedades, del valle y del puertu, madura en cuevas siguiendo un proceso ancestral.