Marco Hernández Martín (Ávila, 1997) estudió Medicina en la Universidad de Salamanca y preparó el examen MIR en la academia especializada de Oviedo. En la prueba obtuvo el puesto 143, que le ha servido para elegir el servicio de Hematología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para formarse como especialista. Es el médico mejor clasificado que este año iniciará la especialidad en la sanidad regional.
–¿Cuándo y por qué decidió ser médico?
–No tengo ningún familiar medico. Sin embargo, mi padre, mi pareja y mis tías si que están relacionadas con el sector sanitario. Desde que era pequeño quise estudiar medicina porque siempre me ha gustado ayudar a las personas.
–¿Preveía obtener un resultado tan bueno en el examen MIR?
–Bueno, yo considero que es difícil imaginarse obtener tan buen resultado en un examen en el que se presentan tantas personas cada año. Sin embargo, antes de iniciar mi preparación para el examen me planteé el reto personal de obtener la mejor plaza posible, aunque era consciente de que la especialidad que quería escoger no era de las más demandadas. Afronté toda la preparación con mucha ilusión y confianza en mí mismo, pero nunca llegué a imaginar tan buenos resultados. En mi opinión, en el resultado del examen influyen muchas más circunstancias ajenas al esfuerzo que realiza cada persona y que, por lo tanto, son difíciles de controlar.
–¿Dónde y cómo preparó el examen?
–Decidí venir a Asturias porque el clima y la tranquilidad que aporta era el ambiente idóneo para centrarme exclusivamente en la preparación. Quiero destacar que tuve la suerte de poder preparar el examen con mi pareja. Tener una persona que codo con codo está luchando por lo mismo que tú hace que la preparación sea mucho más fácil. También tengo que agradecer a mis padres, mi hermano y al resto de mi familia el apoyo y las oportunidades que me han brindado, no solo durante la preparación del MIR, sino durante toda mi vida.
–¿Por qué ha elegido la especialidad de Hematología?
–Desde que estudie la asignatura de hematología en la Universidad, me gustó mucho y comencé a planteármelo. En Salamanca, es una de las especialidades más fuertes y tuve unos profesores que supieron transmitirme su amor por esta especialidad y generaron en mí una gran curiosidad.
–¿Tuvo dudas?
–Tuve dudas con oncología y con medicina interna, pero acabé decantándome por hematología. Sin duda, lo que más me atrae es lo completa que es, ya que combina una parte clínica como una parte de laboratorio. Por otra parte, considero que es una especialidad íntimamente ligada a la genética, ámbito en el que estoy muy interesado y que está en pleno desarrollo.
–¿Por qué ha elegido el HUCA?
–La verdad es que, después de obtener el resultado, estuve informándome sobre varios hospitales, y finalmente acabé eligiendo el HUCA. Considero que, pese a no ser el mejor en ningún aspecto concreto de la hematología, aporta una formación muy completa y tiene muy en cuenta el bienestar del residente, cosa que es muy importante. Otro aspecto positivo que valoro es que es un hospital moderno, y que está muy avanzado tecnológicamente. Todo esto, unido a esta tierra, hace que considere este lugar como el óptimo para completar mi formación
–¿Le gustaría compaginar la asistencia con la investigación o con la docencia?
–La investigación o la docencia son algunas de las cosas que nunca había llegado a plantearme, ya que prefiero vivir día a día. No obstante, considero que esta es una profesión muy bonita y que requiere una continua formación. Por lo tanto, en el futuro, seguramente acabe compaginándolo.
