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La razón por la que pacientes con migrañas no pueden acceder en Asturias a los mejores tratamientos

Una paciente de Lugones presenta una reclamación por las trabas en acceso a fármacos: “El medicamento que por fin me alivia tiene un precio que no puedo seguir pagando”

Enfermos de migraña y médicos critican las trabas para los nuevos fármacos

Un gasto de unos 500 euros al mes por el fármaco que, por fin, la alivia de manera eficaz tras más de veinte años de lucha contra las migrañas. Beatriz Requejo Rodríguez, de 59 años, ha visto cómo un medicamento de última generación reduce de manera drástica (de 24 a 8 días al mes) sus fuertes cefaleas. ¿Problema? Que, al contrario de lo que sucede en buena parte de las comunidades autónomas, la sanidad pública no se lo financia. “Este fármaco tiene un precio desorbitado en la medicina privada, y no voy a poder seguir costeándolo por mucho tiempo más”, señala esta vecina de Lugones en una reclamación que ha presentado ante la Comisión de Uso Racional de Medicamentos y Productos Sanitarios (CURMP), el órgano del Principado responsable de determinar qué tratamientos gozan de la cobertura del sistema público de salud.

Son varios los asturianos que sufren migrañas y también varios los neurólogos que los tratan que han coincidido en expresar su malestar por las dificultades para que los enfermos con procesos más graves puedan acceder a los tratamientos de vanguardia, a esos que han sido denominados “vacuna contra la migraña”. Forman parte de la familia de los monoclonales. Los fármacos “Erenumab”, “Galcanezumab” y “Fremanezumab” fueron aprobados hace dos años por el Ministerio de Sanidad como profilaxis frente a la migraña en pacientes adultos con al menos cuatro días de migraña al mes, aunque solo son subvencionados en pacientes con más de ocho días de brotes. Pero, además de esta autorización, deben recibir la de cada comunidad autónoma. En Asturias, la CURMP solo ha dado luz verde para usar uno de ellos, Galcanezumab, y únicamente se permite a un paciente cambiar a otro si muestra intolerancia hacia el primero.

Beatriz Requejo comenzó con el tratamiento a base de Galcanezumab en octubre de 2020. Los médicos que la atienden decidieron suspendérselo ante la “sensación constante de inestabilidad y mareo” que le ocasionaba. En marzo de 2021, inició tratamiento con otro, Erenumab, que no le generó mejoría, pero sí un proceso de estreñimiento. Solicitó la tercera alternativa, Fremanezumab, pero la CURMP se la denegó, y recomendó a los especialistas que siguieran con el fármaco anterior y le trataran el estreñimiento.

Ante esta negativa, la paciente acudió a un centro privado donde le prescribieron Fremanezumab, pero a costa de su bolsillo. Desde la primera inyección –refiere– notó un alivio muy considerable y sin efecto secundario alguno.

Tras varios meses beneficiándose de su eficacia, ha decidido presentar una reclamación ante la CURMP, fechada el pasado 25 de abril. En su escrito, Beatriz Requejo reclama que “me permitan acceder a este tratamiento que he logrado probar acudiendo a la medicina privada con un buen resultado, al reducir la frecuencia al 50 por ciento”. Y añade: “Nunca antes había tenido esta mejoría”. Hasta la fecha, se lo han denegado en dos ocasiones, lamenta.

Los neurólogos de la región especializados en el tratamiento de cefaleas subrayan que la respuesta de los pacientes está siendo buena. Por este motivo, sostienen que lo más razonable es que el médico pueda elegir cualquiera de los tres en función del perfil del paciente, y no estar limitados a uno de ellos. Máxime cuando el precio de todos ellos es bastante similar. Los especialistas añaden que en la mayor parte de las comunidades autónomas sus colegas gozan de libertad para prescribir cualquiera de los tres.

La migraña “es mucho más que un dolor de cabeza”, subrayan los expertos. La tasa de población que las sufre es elevada. Solo en el HUCA hay cuatro médicos dedicados de manera exclusiva a atender cefaleas y migrañas. Especialistas y enfermos enfatizan que una migraña severa “limita mucho la vida de los pacientes, tanto la faceta laboral como la personal”. Buena parte de los afectados son gente joven, en edad laboral. “Hay muchos pacientes que están muy mal, con crisis diarias, y están respondiendo muy bien a este tipo de tratamientos”, indican los neurólogos asturianos consultados por este periódico.

Los tratamientos preventivos orales se aplican desde hace años. La toxina botulínica, desde hace aproximadamente una década. La efectividad de unos y otros es limitada. En sus reuniones con otros colegas de todo el país han constado que estas restricciones en el acceso a los nuevos medicamentos monoclonales no se registran en otras comunidades.

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