Grado sigue muy pendiente de la evolución de los tres heridos de la familia que resultó intoxicada con monóxido de carbono en su casa de La Mata en la noche del sábado 14 de mayo. Tras haber despedido con mucho dolor a Eduardo Suárez Colunga, el padre fallecido esa fatídica noche, las esperanzas de los moscones se centran en la recuperación del resto de componentes de la familia, que fueron hallados en estado muy grave ante las altas concentraciones de monóxido de carbono inhaladas durante horas una vez se habían acostado después de una jornada de fiesta de comunión.
Las noticias empiezan a ser, por fin, positivas respecto a los tres hospitalizados. Los tres evolucionan “poco a poco”, presentan algún signo de mejoría y sus organismos van recuperando funciones, dentro de la gravedad de su estado. La madre, C. L-A. F., de 41 años, y su hijo pequeño, E. S. L-A., de 9 años, permanecen ingresados en el Hospital Universitarios Marqués de Valdecilla, en Santander, a donde fueron trasladados para ser tratados en la cámara hiperbárica para reducir la presencia de monóxido en el cuerpo. Han “mejorado levemente” y su estado “ya no es tan grave”, aclaran fuentes sanitarias. La otra herida, la hija mayor del matrimonio, A. S. L-A., de 11 años, permanece hospitalizada en la UCI del HUCA, en Oviedo, también en estado grave y con leve mejoría. De hecho, los heridos ya han podido recibir la visita de familiares.
La Guardia Civil continúa elaborando el informe sobre lo ocurrido, intentando averiguar qué falló en el generador auxiliar que tenía instalado la familia para achicar agua del garaje para que una mala combustión generase tantos niveles de monóxido de carbono en la casa.