El Gobierno vasco anunció ayer ayudas económicas directas por hijo a cargo que multiplican por siete las aprobadas este año por el Principado. El anuncio lo realizó el lehendakari, Íñigo Urkullu, en el transcurso de un pleno monográfico sobre el reto demográfico celebrado en el Parlamento vasco.
A partir del 1 de enero de 2023, las familias vascas recibirán 200 euros al mes por hijo desde el nacimiento hasta los tres años, lo que supone 2.400 euros al año por descendiente y 7.200 durante los tres años que dura la prestación. Podrán recibir estas ayudas aquellas familias cuyos ingresos no superen los 100.000 euros de renta. Son además ayudas compatibles con las deducciones fiscales existentes en el País Vasco, que ascienden a 950 euros por un hijo y 2.100 por dos. Son asimismo compatibles con las ayudas por hijo ya existentes en la comunidad vasca de la denominada renta de garantía de ingresos, una aportación pública similar al salario social básico asturiano con aportaciones de entre 727,41 y 1.1126,70 euros al mes, en función del tipo de unidad familiar.
El Ejecutivo de Urkullu resaltó que las ayudas por hijo están en consonancia con el “Programa de los primeros 1.000 días” de la Unesco, que persigue garantizar unos ingresos mínimos a las familias con hijos menores de tres años.
Las ayudas anunciadas por el Gobierno vasco son mucho más elevadas que las que aprobó hace unos meses el Principado. Estas son también ayudas directas, pero al nacimiento y la adopción, y suponen una aportación pública única de 1.000 euros por hijo, siempre que la renta familiar no supere los 45.000 euros, menos de la mitad del límite establecido en el País Vasco. El Gobierno de Adrián Barbón ha reservado para estas ayudas 4.595.000 euros, y considera que podrá favorecerse el 80 por ciento de las familias que cumplan las condiciones establecidas.
El Principado prepara en la actualidad la Ley contra el Reto Demográfico, que podría llegar a la Junta General para su debate antes de finales de año. Los asturianos ya gozaron anteriormente de ayudas a la natalidad. Fue entre 2007 y 2010, con el denominado “cheque bebé”, que suponía una ayuda directa única de 500 euros por hijo. Esta ayuda se complementaba entonces con otra similar del estado de 2.000 euros por hijo.
El Gobierno central debatió durante semanas la posibilidad de introducir de nuevo el cheque bebé universal en los Presupuestos del Estado para este año. La propuesta, lanzada por Podemos y que fue finalmente desechada, preveía una aportación estatal de 100 euros al mes por hijo durante los tres primeros años, justo la mitad que la ahora anunciada por el Gobierno vasco. El cheque bebé universal hubiera supuesto una aportación del Estado a las familias de unos 400 millones de euros.
Asturias y el País Vasco, junto con el resto de las comunidades del noroeste peninsular, comparten los mismos problemas demográficos: elevado envejecimiento, bajas tasas de natalidad y fecundidad y despoblación. Eso sí, bastante más agravados en el caso del Principado.
Así, Asturias encabeza el ranking nacional de envejecimiento con 231,07 mayores de 65 años por cada 100 menores de 15, y a continuación se sitúan Galicia (207,32), Castilla y León (204,47), Cantabria (65,39) y País Vasco (158,50). La media española se sitúa en 129,11 y es una de las más elevadas de Europa y del mundo.
Más de lo mismo ocurre con la edad media de la población. Asturias presenta la más elevada de España, y una de las más altas del continente, 48,87 años, situándose a continuación también Castilla y León (47,87), Galicia (47,74), Cantabria 46,12) y País Vasco (45,83). También en este caso todas esas comunidades superan ampliamente la edad media en España, que se sitúa en 43,80 años y que es asimismo una de las más elevadas de Europa.
En 2010 el País Vasco perdió 6.311 habitantes y Asturias 6.992. Hay una diferencia notable: la comunidad vasca duplica en población a la asturiana. Así que la caída porcentual de la población fue sensiblemente mayor en Asturias (–0,69 por ciento) que en el País Vasco (–0,28 por ciento).
