El pincho ovetense dio el pistoletazo de salida con hojaldre, manzana, carrillera y parmesano. El chef Rubén Morán, de la Leyenda del Gallo, tuvo el placer de inaugurar oficialmente esta XIII edición de la que, según aseguran todos los asistentes, ya había muchas ganas. “Con menos restricciones y más terrazas nos encontramos en el momento perfecto”, aseguró Alexandra Riera, una de las organizadoras.
Este año, al tenerse en cuenta las bajas de personal hostelero por covid y la dificultad para cubrir la demanda, el portal de inscripciones se cerró ayer a medianoche, lo cual supuso un flujo constante de negocios apuntados a contrarreloj: “De pronto subió como la espuma, en Oviedo alcanzamos medio centenar de locales inscritos”. Además, “hay nivel”, o al menos eso demostraron en el primer local de las jornadas. “Estamos muy contentos y esperamos mucha gente”, aseguró la hostelera Begoña Yugueros.