Ribadesella fue un núcleo de población muy importante en la Prehistoria y toda la riqueza patrimonial que dejaron los antiguos pobladores constituye hoy un conjunto de recursos culturales a los que el municipio quiere dar una nueva vida dentro de una oferta turística que es uno de los referentes en Asturias. En esta línea, el Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo acoge hasta final de año la exposición “De la oscuridad a la luz. La cultura material de las cuevas de Ribadesella en los fondos del Museo Arqueológico de Asturias”, en la que se exhiben piezas inéditas que permanecían almacenadas en el Arqueológico desde su hallazgo.

Para hablar de estas cuestiones, y enmarcado en la serie “Asturianos”, un gran retrato colectivo de Asturias que pretende contribuir a la reflexión colectiva sobre el presente y futuro de la región, el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA celebra el próximo viernes, día 27, a las 19.00 horas, en la Casa de Cultura de Ribadesella, un Conceyu Abiertu en el que participaran Ramón Canal, alcalde de Ribadesella; Ignacio Alonso, exdirector del Museo Arqueológico de Asturias y arquitecto; Alejandro Criado, presidente de la Asociación Cultural Amigos de Ribadesella (Acar), y Alberto Martínez-Villa, arqueólogo y prehistoriador, autor del libro “Arte y ocupación prehistórica en la cueva de Les Pedroses”.

Tito Bustillo es la joya de las cuevas del concejo y una de las más importantes de mundo por la calidad de sus pinturas y el valor de su yacimiento arqueológico. Las excavaciones en las cuevas riosellanas comenzaron en 1912 y los muchos restos hallados están en el Museo Arqueológico. Otras cuevas que proporcionaron restos prehistóricos son las de San Antonio, en la parroquia de Collera; El Cierru, en Fresnu, y Les Pedroses, en El Carmen. En esta última se conservan tres figuras rojas de cérvidos, anteriores incluso a las pinturas del Gran Panel de Tito Bustillo. En el Macizo de Ardines, al lado de Tito Bustillo, se hallan La Cuevona, que fue la primera en ser excavada; la del Tenis y La Lloseta, en la que se hallaron objetos tallados en sílex, cuarcita y hueso, además de un cráneo humano con 12.000 años de antigüedad.

En el litoral riosellano se concentra una alta cantidad de icnitas y restos óseos de diferentes especies de dinosaurios, con relevantes yacimientos como el del Pedral de Tereñes.