Los dos niños de Grado que resultaron intoxicados el pasado día 15, un incidente en el que también resultó herida la madre y falleció el padre, el conocido empresario moscón Eduardo Suárez Carreño, ya están en casa, tras permanecer casi diez días hospitalizados. La madre permanece ingresada en el HUCA.

Grado aún está impactada por este suceso provocado por la mala combustión de una caldera, que causó una concentración muy grande de monóxido de carbono. La madre y el hijo menor, de nueve años, tuvieron que ser trasladados al Hospital de Valdecilla de Santander para recibir un tratamiento con cámara hiperbárica. La hermana mayor, de once años, quedó ingresada en el HUCA.

Madre e hijo serían trasladados esta semana pasada al HUCA y los dos menores pudieron ser trasladados a planta hace unos días, dada su evolución muy favorable. Ahora seguirá recuperándose en casa, entre los suyos.