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El laboratorio de Virología del HUCA hace balance del covid: llegó a más de 4.000 test PCR al día

“Seguro que vendrán más virus, pero hemos desarrollado la infraestructura necesaria para que no nos sorprendan”, destaca Santiago Melón, responsable de un equipo clave en la pandemia

De izquierda a derecha, Ana Isabel Fidalgo, Isabel Cuevas y María José Ferrero, técnicas del laboratorio de Virología del HUCA, en una imagen de archivo. | Miki López

Casi dos años y medio de actividad a todo gas que se plasman en una cifra: más de 1.100.000 pruebas PCR. Este es el balance, durante la pandemia de covid-19, de la sección de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que en los momentos más críticos de la crisis sanitaria tuvo que llegar a procesar “más de 4.000 muestras diarias”, una cifra inimaginable poco tiempo antes, según explica su responsable, Santiago Melón, en un escrito en el que manifiesta su gratitud a todo el equipo del laboratorio.

La sección de Virología se encuadra en el laboratorio de Microbiología del HUCA. Existe unanimidad acerca de su decisiva contribución en la batalla frente al coronavirus. Resultó determinante su capacidad de anticipación cuando algunos seguían barajando que el patógeno de origen chino impactaría en España como una gripe un poco agresiva. Cuando en muchos laboratorios similares de España y de todo el mundo el SARS-CoV-2 era un virus muy desconocido y no resultaba fácil –o resultaba imposible– dar respuesta a la demanda de pruebas necesarias para diagnosticar infectados, aislarlos y, de este modo, cortar las cadenas de transmisión, el hospital ovetense ya estaba produciendo pruebas PCR a un ritmo envidiable.

Las técnicas virológicas cobraron una importancia primordial en las fases de incorporación de nuevas cepas que implicaron cambios en el desarrollo de la pandemia. Por otra parte, los especialistas del HUCA no solo llevaron a cabo su propio trabajo, sino que ayudaron a que sus colegas de otros hospitales de la región implantaran las técnicas necesarias.

Mantener la infraestructura

En su texto de agradecimiento, Santiago Melón menciona a todos los estamentos implicados en el trabajo del laboratorio: auxiliares, transportistas, limpiadoras, telefonistas, celadores, personal de seguridad... Pero centra su mensaje en “el personal administrativo y el personal técnico más cercano a mí, por su profesionalidad y su buen hacer”.

El trabajo desarrollado desde principios de 2020 sienta en la sanidad asturiana unas bases sólidas para las próximas acometidas epidemiológicas. “No sé qué va a pasar en el futuro. Seguiremos peleándonos con estos bichos incómodos. Seguro que vendrán más virus. Pero hemos desarrollado la infraestructura necesaria para que no nos sorprendan. Espero que, dependa de quien dependa, la siga manteniendo”, subraya Melón.

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