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Menos de 1 millón

Las alas perdieron en un siglo más de la mitad de su población: 182.000 vecinos

Trece municipios del Suroccidente y cinco del Oriente están en riesgo de desaparición al quedar sin el 70% de la población de hace cien años

Un valle en Degaña. D. ÁLVAREZ

Si hay dos comarcas asturianas que están sufriendo el desplome demográfico son el Oriente y el Occidente. Los 40 concejos de las alas de Asturias sumaban 311.680 habitantes en el censo de 1920. Era el 42% de la población regional, pues Asturias tenía entonces 743.726 residentes. Hasta ese momento la población no había dejado de crecer desde que hay registros. Entonces comenzó el declive. Un declive de tal calibre que el padrón de 2021, el último oficial, reflejó que las comarcas oriental y occidental sumaban ya solo 129.421 residentes, el 12,8% de la población de Asturias. Es decir, perdieron 182.259 habitantes en el último siglo, el 58,48%, tantos como los que suman los concejos de Avilés, Siero, Langreo y Villaviciosa, y casi tantos como la ciudad de San Sebastián. Y la sangría no afloja. Solo en lo que va de siglo las alas de la región han perdido 32.091 habitantes, casi el 20%.

Navia es el único un concejo de las alas ha ganado población desde 1920, pero pierde habitantes desde que comenzó el siglo. Mientras tanto, una veintena de municipios ha perdido más del 70% de la población. La mengua poblacional es de tal calibre que el Banco de España advertía en su último informe del año pasado, que 23 municipios asturianos, casi un tercio del total, están en “riesgo de despoblación” y su viabilidad futura “seriamente amenazada” si no ganan habitantes. Todos se sitúan en el interior de la región, en la Asturias vaciada, y destacan por su ruralidad.

Entre los concejos asturianos en trance de desaparecer figuran cinco de la comarca oriental: Amieva, Cabrales, Onís, Peñamellera Alta y Ponga. Pero la zona con más municipios en peligro es el Suroccidente. Son trece: Taramundi, Villanueva de Oscos, San Martín de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, Grandas de Salime, Pesoz, Illano, Villayón, Allande, Ibias, Degaña, Somiedo y Belmonte de Miranda.

El censo de 1920 reflejó que los 26 municipios del Occidente sumaban 202.967 habitantes, mientras que en el padrón de 2021 fueron solo 80.632. Quiere decir que la comarca perdió 122.335 residentes, el 60,27%, tantos como la ciudad de León. Solo en lo que va de este siglo el Occidente ha visto decrecer su población en 26.792 personas, el 25%.

Incluso Navia ha entrado ya en “números rojos”, pues ha perdido en lo que va de siglo 800 habitantes, el 9%. Valdes, con 26.215 habitantes, Tineo, con 24.494, y Cangas del Narcea, con 24.075, eran en 1920 los municipios más poblados de la comarca. Y estaban entre los más habitados de Asturias, pues entonces Avilés tenía “solo” 14.331 habitantes, Gijón 57.857 y Oviedo 70.096. Otros dos concejos superaban los 10.000 habitantes, Salas (16.083) y Cudillero (12.051). Y ningún concejo de la comarca estaba por debajo de los 1.000 residentes.

A partir de la década de 1920 la población empezó a caer en picado en el Occidente. Hay nueve concejos que desde entonces han perdido más del 80% de su población. Son Pesoz (86,42%), Ibias (85,52%), Somiedo (82,92%), Belmonte de Miranda (82,12%), Allande (81,88%), San Martín de Oscos (81,47%), Boal (81,43%), Taramundi (80,72%) e Illano (80,22%). Y otros cinco perdieron más del 70%: Villanueva de Oscos (77,88%), Grandas de Salime (77,12%), San Tirso de Abres (75,92%), Santa Eulalia de Oscos (75,92%) y Villayón (72,71%).

Los municipios occidentales que mejor han resistido la crisis demográfica, al menos porcentualmente, son Coaña, que “solo” ha perdido 2.000 vecinos, el 37,07% de su población desde 1920, El Franco (37,35%), Tapia de Casariego (33,71%) y Vegadeo (43,07%). Los otros 22 concejos de la comarca perdieron más de la mitad de su población. En números absolutos, los ayuntamientos que más habitantes pierden son Tineo y Valdés, más de 15.000, cada uno; Cangas del Narcea, más de 12.000, y Salas, más de 11.000.

Lejos de mejorar, la crisis demográfica se ha acentuado en casi toda la comarca durante lo que va de siglo. Mientras que el padrón del 1 de enero de 2001 reflejaba que el Occidente tenía 107.424 habitantes, el del mismo día del año pasado registraba 80.632, lo que supone una pérdida de casi 27.000 residentes, el 25%.

El oriente de Asturias es otro ejemplo perfecto del imparable proceso de despoblamiento que vive la zona rural de Asturias: perdió en un siglo 59.924 habitantes (tantos como los que suman Siero y Navia o como la población actual de la ciudad de Zamora), el 55,12%, al pasar de 108.713 en el censo de 1920 a 48.789 en el padrón del año pasado. Solo en lo que va de siglo la comarca oriental ha perdido 5.199 residentes, casi el 10%. Y todos los municipios, sin excepción, pierden población, tanto desde 2001 como desde 1920.

En 1920 el concejo de Llanes sumaba 24.999 habitantes; Piloña, 18.616; Cangas de Onís, 10.838, y Parres, 10.364. Colunga y Ribadesella superaban los 9.000 residentes, y únicamente Caravia se situaba ligerisimamente por debajo del millar de vecinos.

Desde entonces son cuatro los municipios orientales que han perdido más del 70% de la población en el último siglo: Ponga (83,73%), Peñamellera Alta (78,42%), Amieva (77,78%) y Peñamellera Baja (71,39%). Los cuatro, junto a Onís, están en riesgo de desaparición, según el estudio demográfico del Banco de España. En el lado opuesto del ranking, los municipios que porcentualmente mejor están resistiendo la crisis son Ribadesella, que “solo” ha perdido el 38,61% de su población desde 1920, Cangas de Onís (42,84%), Llanes (45,55%), Caravia (48,74%) y Parres (48,94%). Las cosas cambian si se analizan los números absolutos, porque en ese caso los concejos que más residentes pierden son Piloña, casi 12.000; Llanes, más de 11.000; Colunga, más de 6.000, y Cangas de Onís, más de 4.000.

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