La guerra abierta de mensajes cruzados y sanciones disciplinarias que agita Podemos Asturias ha llegado a la fase de la metáfora bélica en la que los que se sienten “purgados” denuncian un “bombardeo” de la dirección autonómica sobre “la mitad de la organización”. El expediente abierto al exsecretario general Daniel Ripa hace que sus afines vean asomar una estrategia política medida y ejecutada por la cúpula de la formación morada y “tutelada desde Madrid” para “apartar a los compañeros que podrían hacerles sombra en unas posibles primarias” de cara a las citas electorales de la próxima primavera. Al otro lado, los que dirigen el partido afean a sus antagonistas el afán por hacer “ruido” fuera de los cauces internos de la organización y se protegen del estruendo diciéndose “centradas y muy tranquilas”, más preocupados por los desafíos políticos de la organización y de Asturias que por la evidente fractura interna del partido.
Los afines a Ripa, exsecretario general, exportavoz parlamentario y todavía diputado, destinatario de un expediente disciplinario que podría acarrear la expulsión, se revolvieron este viernes renovando su promesa de no cejar en el empeño de concurrir a ese proceso electivo “con la ilusión de ganarlo” y la certeza que señala el propio Ripa de que la actitud de la dirección que encabeza Sofía Castañón tiene a Podemos Asturias “en un momento crítico” de riesgo no ya de escisión, sino “de desaparición. Cualquier votante estará sintiendo bochorno al ver que su partido en lugar de liderar en propuestas está liderando en expulsiones”. El exsecretario general, derrotado frente a Castañón en las primarias de diciembre, dice hablar con el respaldo de los 1.600 militantes que apoyaron su candidatura y aprecia en su expediente, y en los previos y simultáneos que afectan a otros miembros de su corriente, la constatación de que “hay una decisión política que consiste en ir eliminando, una a una, a las personas que hemos sido votadas por 1.600 personas. Eso puede ser útil para determinados intereses, pero es equivocado, porque éstos son tiempos de frentes amplios, en los que tenemos que estar todos juntos… Sofía Castañón también”. Yerra, dice, quien trata de “hacer más pequeño a Podemos eliminando a quienes no piensan igual”. Esta operación dirigida desde Madrid “va a dejar un solar en Asturias”, advierte.
Ripa, el exdiputado suspendido de militancia Andrés Fernández Vilanova y la exportavoz del Consejo Ciudadano Autonómica Covadonga Tomé han querido reafirmar su resistencia combinando apelaciones al diálogo con la firmeza en su desafío a la dirección. “Tenemos muchos compañeros capaces de liderar y dar un paso al frente”, dice Tomé. “No nos van a quitar ni la sonrisa ni el ansia de hacer política en Asturias”, sigue Ripa. “Hay un horizonte político en Podemos, con Podemos y más allá de Podemos que vamos a construir”.
En el otro flanco de la contienda hay más interés por circunscribir el asunto al caso concreto de la infracción que la comisión de garantías atribuye a Ripa, el nombramiento de la secretaria de comunicación del partido y una queja del responsable de redes sociales en 2020, que no la reconocía como superior jerárquica. La coordinadora autonómica, Sofía Castañón, ha querido reafirmar este viernes su independencia de la comisión de garantías y subrayar que “nuestros documentos están para su cumplimiento. No nos gusta la inviolabilidad, ni para los borbones, ni para nadie”.
Las acusaciones de cacería o de purga política le “sorprenden”, dice, cuando lo que se dirime es algo tan “serio”, advierte, como la denuncia de un trabajador sustanciada antes de su llegada a la dirección autonómica. “Sería más beneficioso que se estuviera tratando dentro de nuestros cauces internos”, remarca, y no a la vista pública. “Lo único que cabe pensar”, añade, “es que parece que se pueden saltar todas las normas de funcionamiento (del partido) bajo la amenaza de que eso genere ruido en los medios de comunicación. Es un chantaje inaceptable”. El ruido, sigue, “no ayuda nunca, pero tendrá que responder quien lo genera. Yo no lo he hecho nunca, pero el dicho de que dos no discuten si uno no quiere no es cierto…” “No nos van a purgar en silencio”, responde Ripa. “Tienen miedo a la democracia y quieren vernos afogaos”, remata Vilanova, “llevarnos al paseíllo y matarnos entre los árboles”.
En la dirección, mientras tanto, dicen estar “muy tranquilas y centradas” en “fortalecer la relación con otras fuerzas políticas y sindicales”, y citan expresamente a IU y CC OO. Prefieren poner el foco en buscar remedios para las situaciones de desigualdad que sufre un amplio porcentaje de la población asturiana y en tratar de “ser capaces de ser una fuerza motriz que sirva para aunar a quienes defienden Asturias”. Oponen la vocación de “elegir ser relevantes” frente a la opción por “ser gesticulantes” y esquivan con laconismo la posible repercusión electoral de una discrepancia interna que se ha hecho evidente en el interior de la organización. “Cuando tienes cauces democráticos internos que funcionan de una manera autónoma, habría querido que las personas que reciben esto fueran más responsables”.
