Los psiquiatras se rebelan contra su traslado forzoso a centros de las alas

El Sespa obliga a profesionales de Gijón, Oviedo y Avilés a cubrir puestos en otras áreas: "Los pacientes verán a un médico distinto cada mes"

Gijón

La cobertura sanitaria de cara a este verano, con la ya sabida escasez de profesionales de médicos y enfermeras, ha puesto en pie de guerra a buena parte de los psiquiatras de la región, a quienes recientemente se les ha comunicado desde el Sespa que se les aplicará el decreto de traslados forzosos para que profesionales de las áreas centrales –Oviedo, Gijón y Avilés– cubran huecos sin cubrir en las alas. "Aplicando el decreto de traslados forzosos, cogen cada mes a un psiquiatra de cada una de las tres áreas, rotando. Especialmente para Gijón, con serios problemas de personal, esto ha sido la gota que colma el vaso", concretan profesionales de la ciudad, que añaden que esta medida supone también una merma a la calidad asistencial de los pacientes de las alas: "La solución a la falta de personal no puede ser que los enfermos tengan que ser atendidos por un psiquiatra distinto cada mes, es caótico. Deben ofrecer mejores contratos".

En concreto, estos desplazamientos obligatorios durante cuatro semanas, según explican los afectados, ya se están llevando a cabo para cubrir un puesto de psiquiatría vacío en Cangas del Narcea (área sanitaria II), que se dotará con profesionales de Oviedo (área IV), Gijón (área V) y Avilés (área III). Añaden los profesionales que en Cangas, de los tres puestos de psiquiatría que se supone que debe tener, desde hace tiempo ya solo había dos, y que una de las contratadas abandonó su puesto hace unas semanas, dejando a todo el área sanitaria II con un único psiquiatra para sus más de 24.000 habitantes.

Un nutrido grupo de profesionales ya se ha puesto en contacto con el sindicato médico (Simpa) para alertar de este nuevo organigrama porque, temen, los traslados forzosos podrían ampliarse pronto a otras áreas sanitarias de las alas asturianas. "En Luarca (área sanitaria I) pronto se va a quedar otro hueco sin cubrir, y en Arriondas (área VI) la cosa no está mal de momento, pero podría ser la siguiente en verse en esta situación", concretan los facultativos, que explican que estos desplazamientos resultan especialmente dañinos para los compañeros de Gijón: "En el área V somos unos 30 profesionales y hay cuatro puestos sin cubrir. Por comparación, el área IV de Oviedo, con una población un poco superior pero muy similar, tienen a más de 40 psiquiatras en plantilla".

Según los datos recogidos por los propios afectados, la carga de trabajo por áreas es "muy desigual". El área de Oviedo, con 44 psiquiatras en activo, atiende a una población de algo más de 328.000 personas. La de Gijón, con 31 profesionales, se ocupa de algo mas de 294.000. Y Avilés, con unos 19 profesionales, cubre una población de algo menos de 145.000 habitantes. En área II de Cangas solo queda un psiquiatra con contrato en su zona, en la I de Luarca hay cuatro y en la de VI de Arriondas quedan cinco. "Todos estamos de acuerdo con que se cubra la atención sanitaria en todas partes, pero áreas como Gijón no pueden asumir esta carga de trabajo", se lamentan desde el área V.

Los psiquiatras acompañan su queja con una propuesta de solución: hacer más atractivos los contratos de las alas. Porque, explican, que sea más difícil cubrir puestos en zonas como Luarca y Cangas del Narcea no es casual. "A día de hoy, irse a trabajar a Cangas supone una merma económica", sostienen. ¿El motivo? Los desplazamientos y las guardias. Fuera de las áreas centrales, si no existen servicios hospitalarios de psiquiatría, los centros de salud mental funcionan en horario ordinario y, por lo tanto, los profesionales no tienen que realizar guardias. "Y para un médico no hacer guardias supone cobrar notablemente menos", señalan los afectados. Además, el coste de desplazamiento o el alquiler de una vivienda más cercana al puesto laboral, con su coste, hace que trabajar en las alas no suela ser muy atractivo para sanitarios que no residan habitualmente en ellas. ¿La solución? Más dinero. "Intentaron cubrir ese hueco en Cangas muchas veces, llamaron a todo el mundo, y nadie quiso ir, por eso ahora nos obligan. Pero a largo plazo la única solución es mejorar los contratos sanitarios de las alas. Es un problema de gestión", aseveran los afectados.

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