Asturias es tierra de miel y los productores llevan años queriendo sacar adelante una marca de calidad para un producto que la tiene a raudales. La Indicación Geográfica Protegida IGP Miel de Asturias fue aprobada por la Junta del Principado de Asturias hace ya más de un año, y desde el pasado febrero, con la concesión de la protección transitoria, se puede etiquetar y vender miel con el logo de la IGP. El proceso de implantación está ya solo a falta del trámite de reconocimiento oficial por parte de la Comisión Europea.

Los apicultores asturianos quisieron poner de largo la IGP Miel de Asturias con una presentación en el Salón del Gourmet, una de las citas gastronómicas más importantes de España.

La presentación oficial supuso el lanzamiento nacional de esta marca de calidad. El público especializado pudo conocer de primera mano la llegada de esta etiqueta que garantiza la pureza de las mieles asturianas.

El sello de calidad, gestionado por un consejo regulador, agrupa a casi un centenar de apicultores que se comprometen a cumplir la normativa de la IGP, que estipula que la miel amparada por esta etiqueta debe ser cosechada en Asturias y exclusivamente con colmenas de desarrollo vertical (Langstroth o Dadant), lo que deja fuera a los muchos truébanos o colmenas tradicionales que todavía quedan en el Principado de Asturias. Además, la miel no podrá ser pasteurizada, deberá ser extraída solo por decantación o centrifugado y no deberá ser calentada en ningún momento por encima de 40 grados. Por otro lado, los apicultores no alimentarán sus colmenas durante el periodo en que las abejas almacenan miel y tampoco aplicarán tratamientos mientras haya miel en las alzas.

La IGP Miel de Asturias ampara nueve variedades de miel producidas y cosechadas en el territorio del Principado. Son las mieles de bosque, de montaña (con un 80 por ciento de castaño o brezo, o la suma de ambos orígenes), de costa, de roble, de eucalipto, de castaño, de brezo, de madroño o de calluna (brezo del tipo Calluna vulgaris). Este año se certificarán unas 200 toneladas de miel, aunque el Gobierno asturiano prevé llegar a 400 toneladas en poco tiempo.