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"Todas las encuestas que no responden a intereses partidistas dicen que revalidaremos la mayoría", afirma Barbón

El presidente del Principado hace un balance de sus tres años de Gobierno en el que dice haber cubierto en el 75% del tiempo el mismo porcentaje de compromisos

Adrián Barbón.

El mismo día y a la misma hora de su toma de posesión, pero tres años después, Adrián Barbón quiso desligar el balance de su primer trienio como presidente del Principado de la proximidad de la reválida electoral. El jefe del Ejecutivo autonómico recapituló lo hecho y echó un vistazo a lo que le queda por hacer sin poder resistirse a mirar de reojo a las encuestas. Está caliente la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que por primera vez da ventaja al PP sobre el PSOE, pero aunque en España sea verdad que desde las autonómicas de Andalucía se ve al PSOE como segunda fuerza, “hay que ser prudentes” y “todas las que conozco en Asturias y que no respondan a intereses partidistas dicen que el Gobierno asturiano revalidaría su mayoría”.

Dicho eso, que remitía al reciente sondeo del PP asturiano que vaticinaba su propia victoria, recordó que el inventario que ha hecho este miércoles es el de todos los años a esta hora y no responde más que a un compromiso de transparencia y “rendición de cuentas” ante los asturianos. Nada de eso que ha criticado en otros sobre el inicio prematuro de la campaña electoral aunque también haya afirmado esta mañana que “soy el político asturiano que mejor conoce la realidad de Asturias por mi condición de presidente”, y que “estos tres años me han servido para darme cuenta de cuáles son los ejes que hay que acelerar en la próxima legislatura”. El 8 de septiembre, avanzó, “anunciaré si me voy a presentar o no, aunque todo el mundo tiene claro todo lo que voy a hacer”, matizó confirmando que sí.

Empezando por lo más inmediato, por el final de ésta, auguró “meses de intenso trabajo” y prometió “trabajar con toda la fuerza del Gobierno” para que después del hecho insólito en esta década de sus “tres presupuestos consecutivos” –serían cuatro contando el último de la presidencia de Javier Fernández– “no haya tres sin cuatro”. Ha recibido de la oposición numerosas ofertas de apoyo –IU, Podemos, Ciudadanos…– y ha dudado de la disposición real de otros partidos. Hoy se limitó a llamar “a la enorme responsabilidad de los partidos, porque estamos viviendo una situación absolutamente excepcional”. Citó la inflación pospandémica y el desafío de los fondos europeos y trazó los tres ejes de su proyecto presupuestario en torno a lo ya avanzado sobre la pretensión de que sean las cuentas “de la juventud, del aterrizaje de los fondos y europeos y del reto demográfico”, repitiendo aquí su idea sobre la necesidad no solo de ampliar las ayudas directas a la natalidad, sino también de establecer nuevas deducciones fiscales y una “discriminación positiva” para las zonas en riesgo de despoblación.

Este año tampoco tendrá el proyecto listo y registrado en la Junta en septiembre, como marca el Estatuto de Autonomía y le exigen algunos de sus antagonistas parlamentarios, porque en esa fecha “no dispondremos de los datos del ámbito nacional, las transferencias de la financiación autonómica y serían ficticios”. “Me gustaría presentarlo cuanto antes, pero con la certeza de que se trata de un documento serio, riguroso y solvente, como hemos hecho todos estos años…”

Mirando hacia atrás, Barbón cifró el cumplimiento de sus objetivos en un cálculo de porcentaje que coincide exactamente con el tiempo que ha cubierto la legislatura, tres cuartas partes, “un 75 por ciento entre propósitos culminados o en ejecución”. En el haber de estos tres años situó una convicción que da por hecho que de la mano de su Gobierno “hemos recuperado nuestro orgullo de pertenencia” y entre otros muchos detalles de un balance extenso los datos del desempleo: “Hoy Asturias está por debajo de las 60.000 personas en paro registrado y tiene 375.000 trabajando. Hay 2.500 trabajadores más y 6.000 parados menos que el 20 de julio de 2019”, resaltó. En los “debes”, asume que en la planificación normativa de su Ejecutivo “fuimos extremadamente ambiciosos el primer año”, o que anunciaron más leyes de las que tal vez podrían resolver sin prever que la tramitación en Asturias es muy lenta y pone muchas piedras en el camino, y que “la guerra contra la burocracia”, uno de los logros de los que más presume, “la deberíamos haber afrontado al inicio de la legislatura”.

Sobre el futuro de su gabinete repitió que los consejeros “están en permanente evaluación” y que si no ha hecho cambios es porque no los considera oportunos. Sobre el del PSOE avanza que “no soy nadie para decir lo que debe hacer” Pedro Sánchez como no permitiría que el secretario general del PSOE tutelara sus decisiones al frente de la FSA, pero sí avaló un posible ascenso de Patxi López en la ejecutiva tras la renuncia de Adriana Lastra. “Patxi es amigo personal y un símbolo de la lucha contra ETA. Fue el lendakari de la paz y siempre va a contar con mi apoyo y mi cariño”.

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