Un total de 1.700 médicos y 3.000 enfermeras asturianos verán mejorado su salario con carácter inmediato como consecuencia, unos, de su ingreso en la carrera profesional, y otros de su ascenso de tramo.
El Servicio de Salud del Principado (Sespa) publicó ayer en el BOPA la lista de facultativos beneficiados por esta medida. El complemento retributivo para los médicos implica 218 euros brutos al mes por grado alcanzado, con un total de catorce pagas al año. Para las enfermeras son 147 euros mensuales.
La carrera profesional sanitaria se estructura en cuatro grados sucesivos a los que se puede optar siempre que hayan transcurrido al menos cinco años entre uno y otro, y se cumplan una serie de requisitos y méritos que la mayor parte de los profesionales logran acreditar. En cada tramo que se asciende se suma esa misma cuantía inicial. Es decir, que los sanitarios con el cuarto grado reciben al mes 867 euros brutos, en el caso de los facultativos, y 584, en el caso de las enfermeras.
"La gerencia del Sespa ha cumplido su compromiso de publicar antes de que finalice julio el listado del personal licenciado sanitario que queda encuadrado en un nuevo y superior grado de la carrera profesional", explicó ayer a este periódico José Antonio Vidal, secretario general del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).
El Sespa llevaba más de 11 años sin convocar este procedimiento de acceso a un nuevo grado de carrera. La última convocatoria databa del año 2010. Como consecuencia de la crisis financiera de aquel momento, la carrera profesional fue paralizada en todo el ámbito de la sanidad.
Desde 2010, el único movimiento que se había hecho fue permitir el acceso al primer tramo de un total de 1.300 trabajadores sanitarios de Asturias (la mitad médicos y la mitad enfermeras), tanto fijos como temporales, que llevaban al servicio de la Administración sanitaria un mínimo de cinco años. Esta decisión fue motivada por la doctrina emanada sucesivamente de la justicia europea, del Tribunal Supremo y del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que imponía que se otorgara al personal temporal que llevaba al servicio de la Administración cinco años o más, los mismos derechos retributivos que a la plantilla fija, en la medida en que desarrollan las mismas funciones.
"No se justifica de ninguna manera que el Sespa no convoque este procedimiento anualmente e impida un encuadramiento adecuado y continuo de su personal", argumentó el secretario general del SIMPA. José Antonio Vidal añadió que la congelación de convocatorias durante doce años "hace cada vez más inaplazable convocar un procedimiento extraordinario que permita el encuadramiento del personal en el grado que le corresponda conforme a sus años de prestación de servicios".
Los méritos que deben acreditar quienes aspiren a subir de grado son de tres tipos: actividad y competencias en la práctica asistencial; implicación y compromiso con la mejora en la organización; y desarrollo y transferencia de conocimientos.
Según el secretario general del SIMPA, la presente convocatoria "ha resultado especialmente difícil para los profesionales sanitarios, dado que parte de los años valorados coinciden con el periodo de pandemia de covid". Esta circunstancia "ha implicado no sólo un esfuerzo profesional y personal enorme, sino también la imposibilidad, muchas veces, a acceder a acciones formativas", debido a las limitaciones de movimiento y reunión.
En esta línea, el Sindicato Médico agradece la "flexibilidad" de la Dirección de Profesionales del Sespa a la hora de interpretar los parámetros formativos. Asimismo, el doctor Vidal hizo hincapié en que "las alegaciones presentadas por la asesoría jurídica del SIMPA a cada uno de los expedientes permitieron reconsiderar méritos que no habían sido evaluados inicialmente". Y añadió: "Este esfuerzo ha logrado rescatar al 30 por ciento de los licenciados sanitarios inicialmente no aptos".
