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Reabre el puente de La Barrosa en Salas tras un año de cierre: "La presión vecinal fue crucial"

La reconstrucción del paso solo diez años después de inaugurado le costó a Transportes 2,53 millones, más del doble de lo estimado inicialmente

Un camión pasa sobre el puente de La Barrosa, abierto ayer, ante una bandera de Asturias colocada en la infraestructura. | Luisma Murias

Un año y catorce días después de quedar cerrado al tráfico, el puente de La Barrosa, en Salas, abrió ayer de nuevo al tráfico. La demolición y reconstrucción del paso elevado, por el que ahora discurre la N-634 y que en unos meses pasará a formar parte de una de las calzadas de la autovía A-63, le ha costado finalmente al Ministerio de Transportes 2,53 millones, más del doble de lo estimado inicialmente (1,15 millones). Alcaldes y lugareños están convencidos de que la reapertura del puente se debe al empuje vecinal. "Sin nuestra presión, no habría abierto en el mes de julio, como prometieron", resaltó ayer Maribel Rodríguez, portavoz de la plataforma vecinal "El Suroccidente también es Asturias", quien recordó que hace solo dos días la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, fijaba la reapertura del puente para los primeros días de agosto, lo que hubiera incumplido el anuncio realizado hace tres semanas por el consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, de que el paso estaría listo "a finales de julio".

De ahí que el alcalde de Tineo, José Ramón Feito, manifestará ayer su convencimiento de que, además de la lucha vecinal, también pudo haber presión del Principado al Ministerio para reabrir el puente este mes. El regidor manifestó su satisfacción por la apertura al tráfico de La Barrosa, porque su cierre había provocado que la comarca retrocediera "diez años, al tener que volver a utilizar la vieja carretera del puerto de La Espina, pendiente, sinuosa y en mal estado, con el consiguiente perjuicio a los usuarios.

Más crítico se mostró el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo, quien rechazó que la de ayer fuera una jornada "para estar contentos, ni mucho menos", porque "el puente debería haber estado reparado hace muchos meses y su cierre supuso un daño irreparable a los vecinos y los empresarios". En su opinión, "a la Delegación del Gobierno y al Ministerio se les debería caer la cara de vergüenza. No hubo compromiso político con el Suroccidente. Si esto hubiera pasado en otra zona de Asturias o en otra comunidad autónoma el puente se habría reconstruido en dos meses", clamó. Cree que la presión vecinal, y la publicación de las críticas de la Plataforma en LA NUEVA ESPAÑA fueron dos aspectos "cruciales" para lograr que el puente reabriera este mes.

Todos los consultados destacaron que seguirán "peleando" para conseguir más mejoras en la comarca. Maribel Rodríguez destacó que la Plataforma ha reunido ya 27.000 firmas en defensa de la mejora de las infraestructuras en el Suroccidente, "que está totalmente abandonado", y que el nuevo reto es presionar para que la autovía Oviedo-La Espina siga avanzando y para que la AS-15, afectada parcialmente por un argayo, vuelva a tener los dos carriles útiles para la circulación.

Transportes observó daños en el puente de La Barrosa en mayo del año pasado, y lo cerró el 15 de julio de ese mismo año. Subrayó que nunca estuvo el riesgo la seguridad de los usuarios y, tras analizar el puente, concluyó que su deterioro se debió a la entrada de agua en los cargaderos donde se apoyaba la estructura. No se han depurado responsabilidades, pese a que el puente tuvo que ser demolido solo diez años después de su apertura. La obra se declaró "de emergencia", pese a lo cual el puente tardó en estar de nuevo operativo 379 días.

Los trabajos comenzaron en agosto del año pasado y, desde entonces, "se ha trabajado de manera continuada, empleando todos los recursos necesarios, para restaurar la circulación lo antes posible", ha señalado el Ministerio.

Las obras comenzaron con la demolición de la estructura, trabajos que se ejecutaron en solo un mes a pesar de la dificultad que conllevaban, con objeto de causar las menores afecciones posibles al tráfico de la AS-370.

Posteriormente, se iniciaron los trabajos de reconocimiento del terreno en la zona donde se ubicarán los estribos y las pilas de la nueva estructura. Una vez analizados los resultados y definida la solución más adecuada, se iniciaron los trabajos de cimentación de la estructura, dificultados por la heterogeneidad del terreno.

Terminada la cimentación de las pilas, se continuó con el alzado de las mismas, cimentación y alzado de estribos, rellenos, colocación de las vigas y tablero. Finalmente se han colocado los sistemas de contención necesarios, extensión del firme, ejecución de juntas de dilatación y disposición de la señalización, ha detallado Transportes.

La señalización, tanto vertical como horizontal, queda dispuesta como señalización de obras, ya que en este ámbito continúan desarrollándose las obras de la segunda calzada de la A-63, entre Salas y el Regueirón.

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