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Me quedo en el pueblo

Un pequeño gran bar tienda en la Güeria de Urbiés: "Buscábamos una vida más tranquila y ser nuestros propios jefes"

Manuel Mediavilla y Elena Rodríguez dejaron Mieres para ponerse al frente de La Caleyuca, un negocio que cuenta también con vivienda

Manuel Antonio Mediavilla y Elena Rodríguez en el interior de su local en La Güeria de Urbiés. | Ana Paz Paredes

Manuel Antonio Mediavilla Burgos, "Lolo" para todo el mundo, y Elena Rodríguez Cepedal llevan poco más de un mes al frente de su negocio en La Güeria de Urbiés, en Mieres, donde además cuentan también con vivienda. Ambos dejaron atrás Mieres, donde residían habitualmente, para iniciar una nueva vida en un entorno rural, con un negocio propio y al frente de un proyecto que les atrajo desde el primer momento: regentar el bar tienda La Caleyuca, dándole su propio toque al local y, al tiempo de ofrecer tapas, picoteo y bebidas variadas, también apoyar, con la venta y exposición en el interior de su local, todo tipo de productos artesanos locales y regionales.

Manuel Mediavilla y Elena Rodríguez, en el exterior de su local, La Caleyuca.

La apertura en este pueblo de un bar tienda, dotado además de vivienda fue un proyecto por el que peleó mucho Verónica Gutiérrez González, dueña de la casa y bar- tienda quien, tras hacer una importante obra de rehabilitación de la zona baja del edificio para convertirlo en lo que hoy es, puso un anuncio para quien estuviera interesado en ir a vivir al pueblo, como hizo ella en su momento con su marido, Borja Andrés.

"Buscamos gente con experiencia en cocina, ganas de trabajar y que entiendan la vida rural como forma de vida. Ofrecemos para ello vivienda y bar-tienda en alquiler", comentaba ella a este diario cuando puso en marcha el anuncio al que, por cierto, se presentaron numerosos aspirantes tanto de Asturias, como del resto de España e incluso del extranjero, como ella misma recordaba.

Algunos de los articulos artesanos que se venden en el local.

Los elegidos fueron Manuel Antonio Mediavilla y Elena Rodríguez Cepedal quienes abrieron el bar-tienda el pasado 15 de junio. Él, que es técnico eletromecánico y de familia hostelera, ha trabajado un poco en todo, como él mismo señala. Ella, que estudió Empresariales, también trabajó en diferentes sectores: "Aunque el último en el que he estado es la hostelería, también trabajé en muchas cosas más; por ejemplo, estuve un tiempo dando clases a trabajadores y también estuve una temporada trabajando como voluntaria en Protectoras de Animales", señala Elena Rodríguez.

Resalta que ambos llegan al negocio "buscando una vida más tranquila y con ilusión al implicarnos en este proyecto". "Vengo aquí a ser mi propia jefa", explica esta emprendedora rural. Les acompañan sus tres perras y sus tres gatos que de inmediato se han hecho a vivir en el pueblo.

Ambos, sentando a una de las mesas en el interior del bar tienda La Caleyuca.

Ambos afirman que mantienen la estética del local y, al tiempo, le dan su propia personalidad. "Queremos mostrar artesanía y también productos de elaboradores de kilómetro cero", añade ella. Los dos consideran importante apoyar a los productores asturianos y así lo demuestran, día a día, en las redes sociales, que aprovechan para darse a conocer. Basta ver el interior de su local para descubrir no sólo artesanía de todo tipo, incluidos productos alimentarios, libros sobre Asturias, cuentos infantiles o incluso algunos volúmenes de cocina.

Fotos que recuerdan al pasado minero de la zona, en uno de los baños.

En cuanto a lo que se sirve en La Caleyuca, ambos destacan que "además de un trato cercano", ofertan "una carta de tapeo en la que dependemos un poco de los clientes que vengan, pues es un local pequeñín, no tenemos mucho espacio de almacenamiento y funcionamos siempre previa reserva para cocinar", dicen. Las croquetas de Lolo triunfan en su local, con unas vistas impresionantes al paisaje, "sin olvidar unos chorizos a la sidra, el plato de la güela, o los tortos, por citar algunos", explican.

Algunos trabajos de artesanos asturianos que venden en su local.

Creen que es posible emprender en el medio rural; sin embargo no todo es color de rosa, como dice Elena Rodríguez. "Gastamos mucho dinero en gasolina para ir a buscar mercancía porque, salvo alguno, no nos suben los proveedores. Luego, el ayuntamiento nos pide, por poner tres mesas en la terraza en esta caleyina, lo mismo que si pusieras una terraza en el centro de Mieres, Se habla mucho de emprender en los pueblos, pero luego a la hora de ayudarnos, nada. Eso sí, ilusión y ganas no nos faltan", señalan.

Uno de los rincones con encanto de La Caleyuca.

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