Empleados de la empresa asturiana de instalaciones eléctricas Ipalux se presentaron ayer en las instalaciones del Calatrava, donde el Principado tiene oficinas, para denunciar el impago de las obras realizadas en el Tribunal Superior de Justicia. "El trabajo duró cuatro meses y desde que terminamos, hace dos, no hemos recibido absolutamente nada. Llevábamos tiempo sin noticias y nos daban largas", afirma Pablo Arias, director de la compañía. La empresa, con sede en Mieres y 70 trabajadores repartidos por toda España, alcanzó finalmente el compromiso de recibir las cantidades pendientes. "Nos han pedido disculpas", informó Arias.